martes, 9 de noviembre de 2010

DEJA VU

(Haga click en cualquiera de las imágenes para ampliar y apreciar el detalle)
DEJA VU
Por nuestro enviado especial Florentino Areneros
A veces nos ocurren cosas para las que no podemos encontrar explicación desde la razón, experiencias que nos sobrecogen y en ocasiones nos atemorizan. Para explicar estos fenómenos los humanos desde antiguo han recurrido a la superstición y lo sobrenatural. Uno de estos fenómenos es el conocido como DEJA VU, que no es otra cosa que la sensación que tienen ciertas personas de haber estado antes en un lugar, o de que lo que les esta ocurriendo en un determinado momento lo han vivido ya anteriormente. Este particular fenómeno tiene muchas lecturas, algunos lo achacan a que el individuo que experimenta estos episodios goza de poderes sobrenaturales y premonitorios (recuerden el caso de Lagartija), pero algunos lo atribuyen a la intervención de diferentes espíritus y demonios, siendo un fenómeno muy estudiado en Haití donde esta ligado indefectiblemente a la practica de los ritos vudu. Personalmente no puedo afirmar ni desmentir que todo esto sea cierto o no, pero ante la duda mejor no meneallo y dejar a los espíritus y fuerzas del Averno tranquilas, algo que desgraciadamente por imperativos de las modas traídas de fuera de la mano de la machacona publicidad, del imperialismo cultural y de ocultos intereses económicos no estamos haciendo. Efectivamente señoras y señores lectores, hasta hace poco España era un país tranquilo desde el punto de vista esotérico, donde todo estaba atado y bien atado, si alguna bruja o similar tenía el atrevimiento de manifestarse se la pegaba lumbre en la plaza del pueblo y santas pascuas o santas ascuas, aquí no existía demonio capaz de transfigurarse con la cantera que hemos tenido siempre de primerísimas figuras del exorcismo, auténticos galácticos en el manejo del hisopo y el misal, daba gusto verlos actuar, que elegancia en el manejo del potro, que dominio de la dialéctica en los interrogatorios, y por supuesto, que manera de bendecir. Tenían ustedes que haberlos visto bendecir, como dibujaban el gesto, poniendo de soslayo los dedos índice y corazón en posición enhiesta, aunque ligeramente genuflexa, de tal forma que en inigualable escorzo definían un elegante movimiento de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, que ponía las plazas de los pueblos patas arriba. Era tal su arte que son numerosos los testimonios que indican que hasta a los propios herejes libremente confesos estando a punto de ser flambeados atados a un poste, se les saltaban las lágrimas de la emoción al ser bendecidos de aquella manera. Que conversiones amigos lectores, que autos de fe tan espectaculares donde no faltaba ni un detalle, había autenticas tortas en todo el mundo por verlos actuar, incluso desde el propio Vaticano se les invitaba a multitudinarias giras. Es sobradamente conocido el caso de esa inigualable terna de exorcistas patrios, que durante el Siglo XVI recorrieron toda Europa y parte del Nuevo Mundo en multitudinarias tournées, despertando auténticas pasiones a su paso, llegando incluso a actuar varias veces ante los Pontífices en Roma. Esta irrepetible terna sería conocida mundialmente como “Los Tres Divinos”, que arte señores, que arte…


Apoteósico final de la actuación de uno de aquellos legendarios inquisidores patrios de fama mundial que durante siglos mantuvieron nuestro pais libre de demonios y encantamientos, hasta que las modas extranjeras y la falta de vocaciones nos han dejado huerfanos de protección paranormal. (Fotograma de la película "La loca Historia del Mundo" de Mel Brooks, en la que parodiaba a Torquemada en un número musical).
Pero aquellos eran otros tiempos, como hemos dicho las modas culturales importadas están haciendo mucho daño a nuestra ancestral y tradicional cultura hispánica con la consiguiente perdida de alguno de esos indispensable valores que nos hicieron constituirnos en la reserva espiritual de Occidente. Como ustedes habrán podido observar, en los últimos años se ha puesto de rabiosa actualidad el disfrazarse de monstruo, bruja, incubo, súcubo, vampiro, hombre lobo y raleas similares y echarse a deambular por las calles ataviados de esa guisa, haciendo botellón si es necesario, con los consiguientes efectos colaterales. Imagínense ustedes a uno de estos jóvenes disfrazado de vampiro o de momia haciendo eses por las calles, menudo espectáculo patético, si Bela Lugosi levantara la cabeza. Sin ir más lejos me comentaba el otro día Moncloveño que en la ya famosa y terrorífica noche llamaron a la puerta de su finca de la Moncloa, y al abrir el diestro la puerta se encontró a un grupo de jóvenes transfigurados como para un casting de Embrujada o la Familia Monster. No había salido de su asombro cuando uno de los jóvenes le inquirió:

- ¿Truco o trato?.



A lo que Moncloveño, una persona como ustedes saben chapada a la antigua, tras unos momentos de duda contestó:

- Como te de un sopapo vas a saber lo que es un truco. ¡¡Mamarracho!!.

Y para que queremos más, ante el impresionante porte y ronaldea musculatura de este diestro, los que salieron aterrorizados corriendo parque a través como ánima que lleva el diablo, fueron este grupo de inconscientes jovencitos.

Como pueden ver ya no se respeta ni el descanso de las primeras figuras. Pero lo más grave de todo esto es que no se están calibrando las consecuencias que esta invasión cultural foránea pueda acarrear, si no habíamos tenido suficiente con las hamburguesas y el colesterol que conllevan y que tantos disgustos ha provocado, ahora con estas invocaciones y ritos satánicos, aunque se diga que son de broma, nos enfrentamos a algo desconocido que no sabemos a donde nos conducirá, máxime en estos momentos en que nos encontramos totalmente desamparados, al haber desaparecido esa tremenda cantera de maestros del exorcismo, ese Valdebebas del antisatanismo del que disfrutamos durante siglos los españoles, y de la que ahora debido a esa tremenda crisis de vocaciones, consecuencia ineludible de la perdida general de los valores patrios, nos encontramos huérfanos y a merced de los poderes telúricos. No puedo afirmarlo ni desmentirlo, pero después de los extraños fenómenos que pudimos contemplar en la última ruta de Gefrema y que narraremos con detalle más adelante, la pregunta queda en el aire y no sé si la respuesta corresponde a Rouco Varela o bien a Iker Jiménez, pero estimados lectores, no podemos permanecer de brazos cruzados ante esta grave amenaza que nos acecha. ¿Qué necesidad teníamos los españoles de Jalogüines y noches del Valpurgis?. Que razón tiene el Santo Padre al afirmar que el actual anticlericalismo en España es algo muy preocupante.

Los asistentes a la corrida comienzan a ocupar sus localidades en los tendidos.
Pero volvamos a la primaveral mañana del pasado domingo en la que se celebraba la corrida central de la ya tradicional Feria de San Asalto, en la Semana Grande de las fiestas gefremeras. Y de nuevo el cartel estaba compuesto en solitario por Antonio Morcillo “Presidente”, que nuevamente se enfrentaba a los morlacos del hierro de “LOS CHUCHES” , una ganadería de dulce embestida de las que gustan a las primeras figuras, nada que ver con esos ganados difíciles y problemáticos con los que están acostumbrados a lidiar toreros de menor cartel, pero no por ello de menor valía, como “Espoleta” o el propio “Finito de Hortaleza” a los que hemos visto bregar con auténticas alimañas en faenas de auténtico riesgo. Con esta ganadería y este afamado diestro, el llenazo y el éxito están asegurados, aunque sin embargo este año faltaron algunos de los denominados primeras figuras y otras importantes personalidades del mundo de la gefremaquia, siendo notables algunas ausencias de destacados miembros del Gefremaburó. Con una ausencia especialmente notable y sentida por todos los buenos aficionados, sobre todo tratándose de estos terrenos que tan bien conoce y que tanto ha estudiado, la de Luis de Vicente “Manzanares” al que desde aquí queremos enviar un fuerte abrazo y al que esperamos ver lidiar nuevamente dentro de muy poco. Pero allí si que estaban los aficionados de siempre, los de verdad, “Finito de Hortaleza”, “Espoleta”,”Camorra”, “Sandoval” y su ayudante “El Estudiente”, “Chato de Ventas”, Juan García “Verderón”,”Arquitecto”, “El Niño del cerro”, “Pirata Roberts”, “Picofierro” y un largo etcétera de buenos aficionados, de los de siempre, los que nunca fallan y que mantienen esta tradición de rancia raigambre, esta tradición tan nuestra. Se echaría también en falta la presencia de “Capa” (que no pudo asistir por problemas de agenda, ya que se encontraba asistiendo a la ceremonia de entrega de los Tobalina Valley Design Awards 2010, recogiendo el galardón que le había sido concedido), y del que sin lugar a dudas dada su maestría en estos temas, lo aficionados hubieran querido conocer su opinión sobre algunos de los lances que se desarrollaron durante la mañana.

Dos expertos de CSI Gefrema examinan uno de los misteriosos y enigmáticos huecos en el muro.
Los aficionados se desplazaron hasta el lugar de la corrida en un autobús fletado por el Ayuntamiento para la ocasión que salió desde el Intercambiador de Moncloa, y que en breves minutos llevó a los aficionados hasta el monumental coso de la Casa de Campo. Allí les esperaba el maestro con alguno de los miembros de su cuadrilla, y alguno de los indefectibles pelotas que siempre estan al lado de las grandes figuras (y no quiero dar nombres), y al ocupar los aficionados sus localidades en los tendidos el diestro comenzó el paseillo entrando por la antigua Puerta de Aravaca entre las aclamaciones de un entregado público. Viste el maestro para la ocasión un elegante traje, con taleguilla mimetizada que se confunde con el albero y chaquetilla en cobalto, chinelas de travesía decatlón y espejuelos ahumados. Aunque tenemos que poner un pero a la indumentaria de este torero. Es de sobra conocida la fama que le acompaña y también es sabido que las principales marcas están dispuestas a desembolsar grandes cantidades por esponsorizarle, pero somos totalmente reacios desde esta redacción a que los toreros lleven publicidad en el traje de luces, como ocurrió ayer en la chaquetilla y montera del torero en la que podíamos contemplar marcas comerciales estampadas en esas prendas, un poquito de seriedad señores.





Tres fotografías de alguno de los innumerables huecos que podemos encontrar a lo largo de todo el perímero de la tapia de la Casa de Campo y cuya explicación a su origen todavía no esta plenamente confirmada, ¿troneras u otra utilidad?.
Comenzó el maestro con un ejemplar de muro aspillerado de encaste Carlos Tercero, listón en albardilla y berrendo en mampostero pedernal y ladrillo, de impresionante trapio, muy en el tipo de los que continuaríamos viendo a lo largo de la mañana, con el que el maestros se explayó con una serie de acertados lances en los que descubrió todas las características y orígenes de estos ejemplares, que presentan la particularidad de estar marcados con unos regulares boquetes que se repiten en todos los ejemplares y casi siempre en el mismo lugar. Según indicó “Presidente” todo apunta a que estas marcas a fuego fueron realizadas durante el proceso de fortificación de la capital en Octubre de 1936 para defenderse del avance de las tropas de Franco. Estas troneras serían utilizadas, en algunas zonas, como demuestra la presencia de restos arqueológicos de munición, pero en periodos sin determinar. Esta era la hipótesis que presentaba “Presidente” aunque como siempre en estas cuestiones de fe siempre tiene que haber algún agnóstico al que no acababa de convencer esta explicación, y por supuesto tampoco puede faltar algún chisposo en los tendidos, que emboscados entre el publico gritaron: “ha sido el pico mampostero” o “esos boquetes son del pico ladrillero”.

Un momento del lucido e inigualable quite de "Verderón" en el Cerro de Covatllas ante la atenta mirada de "Presidente".
Continuó su faena, recreándose el diestro con otros ejemplares iguales, hasta llegar al cerro de Covatillas donde los aficionados pudieron contemplar unos hermosos “trincherazos” sobre las ruinas de Casa Quemada, y donde también pudieron asistir a unos estupendos quites que propiciaron los diestros “Verderon” y “Arquitecto”, este último ayudado por unos espectaculares y coloridos capotes lujosamente mapeados que trajo para la ocasión y que serían utilizados en diversas fases de la lidia.

Pero fue en este punto donde me di cuenta de que algo extraño y fuera de lo normal, estaba pasando. Llevaba tiempo observando a Sandoval y me había fijado de que algo le ocurría, estaba más pálido que de costumbre y con la mirada como perdida, algo que se podía achacar a la propia subida al cerro, o al hecho de haber estado toda la noche dando paseos. De todas formas me acerqué a preguntarle:
- ¿Se encuentra usted bien Sandoval?.
- No muy bien, no sé que me ocurre, es una sensación extraña, como si yo hubiera estado aquí antes, como si ya hubiera vivido esto… Morcillo, la gente, el cerro, la tapia, las troneras, noviembre, …más adelante hay otro portillo, por aquí entraron los moros… yo esto ya lo he vivido. Me temo que estoy sufriendo un DEJA VU.

Saltaron todas las alarmas, esto era más grave de lo que pudiera imaginar, se estaba produciendo un DEJA VU, pero además este fenómeno podía ser colectivo, trate de calmarle incluso con mentiras piadosas del tipo de que Dani Alves es una bellísima persona y similares, lo importante era que no se desatara el pánico entre los asistentes.

Estremecedora e inquietante fotografía en la que podemos apreciar lo que pueden ser dos ectoplasmas gaseosos desplazandose junto con el grueso de los aficionados. De esta redacción podemos afirmar rotundamente que esta foto no ha sido trucada ni manipulada.
Continuó la ruta y pude observar como otros participantes manifestaban experimentar el mismo fenómeno, incluso yo mismo podía sentir que aquello ya lo había vivido. Había que mantenerse unidos, era necesario evitar una desbandada general entre los participantes. Definitivamente el hecho de realizar esta ruta a apenas una semana de la noche de Jalogüin había tenido sus nefastas consecuencias, seguramente estábamos siendo victimas de algún hechizo o encantamiento sin duda provocado por alguna invocación realizada en aquella fatídica madrugada. Lo que me trajo a la cabeza una conversación con Mocloveño, en la que me contó que una vez Moncloveño II (que pese a su juventud ya da muestras de un innegable talento) le dijo: “con tanta guerra y leyendo tantos libros de gefremerías cualquier día vas a acabar como Don Quijote, y te vas a ir al parque con una escopeta a disparar al enemigo”. Y amigos lectores ahí podía estar la clave del problema, al igual que Don Quijote , algo similar puede estar pasando en las filas gefremeras, y si Don Quijote engañado por un encantamiento del Sabio Frestón veía gigantes donde había molinos, en Gefrema tal vez engañados por algún hechizo del taimado interecónomo “Vidalmoa de Miralpantallín” que quiere confundirnos y acercarnos a sus reinos de tinieblas para acabar con el rigor y objetividad de Gefrema, y estemos viendo trincheras por donde pasó un torrente, troneras en las tapias en vez de boquetes, bases para el trípode de ametralladoras donde solo hay acequias, impactos por picotazos, y escudos republicanos donde se encuentra uno decimonónico. Habrá que estar ojo avizor de aquí en adelante.






De nuevo las dudas surgen al catalogar lo que nos pudimos encontrar durante el recorrido: ¿balazos o el pico ladrillero?, ¿impactos en una encina u obra del pico bellotero? y por último ¿una pintada del periodo de la guerra o la obra de un tontolculo del Siglo XXI?. Juzguen ustedes amigos lectores.
Quisiera llamar también la atención sobre otro fenómeno que si que debería considerar como algo paranormal pero que en un país como España es algo de lo más normal. Como hemos mencionado, o dejado entrever anteriormente, el muro fue mandado construir por Carlos III y ya solamente por su antigüedad, singularidad y valor histórico debería de gozar de cierta protección, no ya solo desde las administraciones, si no también por parte de los particulares y los propios ciudadanos. Sin embargo paseando por el perímetro de esta construcción podemos contemplar las barrabasadas y barbaridades que se han cometido sobre este monumento, algo que seguramente sería imposible que ocurriera en otros países. Sobre la tapia podemos contemplar las tradicionales pintadas de los bobotontos del spray, anda que no habrá muros de obras u otros lugares en vez de tener que venir a dañar a un muro histórico, si no que también, y esto es mucho más grave, se utiliza el muro por parte de los particulares que tienen las parcelas de sus viviendas junto al mismo, y que en algunos casos han construido encima del mismo, o lo han aprovechado para poner sus vallas y otras medidas de seguridad, sin que incomprensiblemente el Ayuntamiento o quien corresponda haya hecho nada.





Como pueden comprobar para vergüenza patria, un resto histórico de innegable valor es utilizado sin nungún pudor para fines particulares ante la total apatía e inactividad de las administraciones.

Continuó la ruta entre un runrún de extrañeza de los aficionados, que comenzaban a ser conscientes del fenómeno que sobre sus personas se estaba produciendo, se estaba produciendo un DEJA VU masivo. Recordé también que hace unos años también por estos lares junto a los aficionados gefremeros aparecían y desaparecían seres vestidos de milicianos, de los que ahora me pregunto si no serían espíritus. Todo era confusión, hasta que llegamos a un punto donde “Presidente” nos mostró un ejemplar único, que tenía dos marcas, a lo que Sandoval no pudiendo contenerse manifestó: “ESTE CERRO ES MUY ESOTÉRICO”. Parecía que esta sería la chispa que haría saltar todas las alarmas pero afortunadamente la hora del bocadillo (que fue aprovechada por algunos para realizar una descubierta sobre el chiringuito de la Puerta de Rodajo) templó los ánimos y la cosa no fue a mayores.


Único de los lienzos del muro donde se encuentran dos "troneras" juntas en el mismo paño, lo que llevó a a Sandoval a afirmar "Este cerro es muy esotérico". Y al lado otra pintada del bobo de rigor.
Finalizó esta aseada faena con la visita al Puente de la Culebra y alrededores, donde Morcillo lidió dos polvorines entre clamorosas ovaciones de los incondicionales y mostró el emplazamiento de uno nuevo, finalizando esta apoteósica corrida central de la Feria de San Asalto con la tradicional foto de familia en el Portillo del Zarzón., tras lo que se visitó las rejas por donde el Meaques penetra en el parque, y la histórica vaquería adyacente, tras lo que “Presidente” fue llevado a hombros hasta su vehículo, mientras la plaza prorrumpía en una atronadora y sentida ovación.


Foto de famila de los asistentes al festejo junto al portillo del Zarzón, denominado así en homenaje a un antepasado de Moncloveño de gran envergadura que a punto estuvo de fichar por los Lakers.

Con la situación ya tranquilizada pregunté nuevamente a Sandoval por su estado, a lo que me contestó: “Indudablemente hemos asistido a un extraño proceso de desdoblamiento multidimensional, donde la conjunción de diferentes factores interactuando de manera síncrona en diferentes lapsos espacio temporales ha provocado una percepción extrasensorial que nos ha abocado a un fenómeno parasimpático de percepción equidistante. Sin descartar una posible influencia de una sinapsis neural que provoque una percepción onírica suprarenal con desdoblamiento iónico en el interior del bulbo raquídeo, hipótesis que aun resultando atrevida, no debemos descartar como culmen del proceso cognoscitivo que conduce a esta disfunción”. Al terminar Sandoval la frase, el pánico se apoderó de mi. No cabía duda, Sandoval había sido poseído, era imposible que una persona que ha alcanzado la excelencia en el manejo de los monosílabos y el dominio académico del barrunto, pudiera encadenar una serie de frases como la que acababa de pronunciar sin haber sido abducido por un ente maligno o cuando menos con mala leche. Había que actuar rápidamente y rescatar al Sandoval que todos conocemos expulsando al ente que se había apoderado de su persona, o que cuando menos el contemplar tanta tronera le había dejado "tronao". A falta de un exorcista de guardia, esto se adivinaba como una misión para el tercio. Acompañado por un grupo de valientes compuesto por “Espoleta”, “Camorra”, “El Estudiante” y “Fuencarrales” conseguimos llevar a Sandoval hasta un bar cercano (tampoco hubo que insistirle mucho, esa es la verdad), donde tras una fulminante acción en un visto y no visto del tercio, Sandoval pudo recobrar su personalidad, lo que pudimos comprobar cuando comenzó a meterse con el Real Madrid e insultar a Mourinho y Ronaldo. Ya no cabía duda, volvía a ser el mismo de siempre.




Arriba podemos contemplar a los asistentes a la ruta observando los restos de la Casa de los Pinos, y en la parte inferior una fotografía cortesía de Iker Jiménez y del programa Cuarto Milenio, obtenida con las más modernas técnicas de fotografía paranormal en la que observamos a dos espiritus de antiguos combatientes que se maniefiestan junto a las citadas ruinas en las noches de luna llena.
Pero nuestra alegría duraría poco, mientras charlábamos amigablemente, de repente Sandoval se quedo mirando a un punto indeterminado con la mirada perdida, como ido, mientras se atragantaba al beber, lo cual nos asusto nuevamente, mientras pronunciaba unas ininteligibles palabras que nos hicieron temer otra vez lo peor:

- DEJABU…, DEJABU…, DEJABU…
Alarmados le preguntamos:

- ¿Qué te ocurre Sandoval?,¿Qué es lo que quieres?.

A lo que ya recuperado del atragantamiento respondió:

- Una DE JABUgo y una de ali-oli, gracias. Y ya que os ponéis tan generosos, también otro tercio, que a este se le ha ido la fuerza.

Ya lo ven amigo lectores, nosotros preocupados y estaba mirando la lista de raciones en lo alto del bar, que tablas tiene este hombre. Se las sabe todas, sería capaz de birlarle los gayumbos al propio Buscón.

Y hasta aquí la crónica de esta singular corrida, marcada por los aconteceres paranormales y que deja muchos enigmas en el aire, ¿serán troneras?, ¿serán boquetes?, seguiremos informando e investigando amigos lectores. Por cierto, juraría que esta crónica ya la había escrito, ¿o no?.

Florentino Areneros.

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