viernes, 23 de julio de 2010

EL OTRO DESFILE DE LA VICTORIA

La diosa Cibeles engalanada como en todas las grandes ocasiones la mañana del pasado domingo 11 de Julio. (Doble click en cualquiera de las imágenes para ampliarla).

EL OTRO DESFILE DE LA VICTORIA
El 28 de Marzo de 1939, tras casi dos años y medio de asedio y resistencia, la ciudad de Madrid iba a ser entregada a las tropas franquistas. Cumpliendo ordenes del coronel Segismundo Casado, el cual a principios de ese mes se había hecho con el control del poder en la zona republicana tras un golpe de fuerza contra el Gobierno de Negrín, el también coronel Adolfo Prada se dirige a las ruinas del hospital Clínico, para hacer entrega de la ciudad al Coronel Losas, que mandaba la 16 División de las fuerzas de Franco que ocupaban parte de la Casa de Campo y de la Ciudad Universitaria. Con este acto simbólico se ponían fin a casi mil días de combates que habían costado la vida a miles de personas, aunque posteriormente morirían muchos mas.

El Ejército de Franco que rodea casi totalmente la ciudad se prepara por fin para entrar en la ciudad tras no haberlo podido conseguir tras varios intentos con las armas. El honor de hacerlo en primer lugar esta reservado a las tropas que han permanecido en la Ciudad Universitaria, sin duda la zona más dura de todo el frente, donde las posiciones de ambos bandos han estado separadas por escasos metros, ocupando unos algunas facultades y el resto el bando contrario. En esta situación, que se ha mantenido prácticamente inamovible desde noviembre de 1936, las bajas han sido muy elevadas en ambos bandos, y también han sido enormes las penalidades que han tenido que experimentar, de ahí que sean los elegidos para entrar en primer lugar en la ciudad.

La entrada se haría por la principal avenida que desemboca en la Ciudad Universitaria, es decir por la actual calle de La Princesa que durante la República se había llamado Vicente Blasco Ibáñez. Al frente de ese singular desfile se encuentra un joven teniente de Ingenieros del Regimiento Valladolid nº 7, José María de Yturriaga, que sería filmado y retratado por diferentes medios de prensa, convirtiéndose en imagen de aquel momento. Sin embargo aquel improvisado “desfile de la victoria” escenificaba un tremendo drama, era la puesta en escena de la irremediable división entre las dos Españas a las que se refiriera Machado, era el documento gráfico que mostraba como se abrían unas terribles heridas que tardarían décadas en cerrarse, para gran parte de la nación comenzaban un largo periodo de dificultad, represión, violencia y penurias. El momento de la entrada nos lo narra el protagonista, José María de Yturriaga, de la siguiente forma:

“Primero tuvimos que volar un muro construido por el ejército republicano que nos impedía el paso a la altura de la perfumería Gal (actual edificio Galaxia) y luego entramos. Nos tumbamos en el suelo para evitar que los cascotes nos cayeran en la cabeza. Luego, a pie, marchamos por la calle de la Princesa y en Leganitos y un poco después, ya en la Gran Vía, fuimos retratados y filmados” (publicado en El País 28-3-2009).

El teniente José María Yturriaga al frente del improvisado desfile del 29 de Marzo de 1939 por la calle de La Princesa a la altura de la Plaza de España.

Han tenido que pasar setenta y un años y algunos días desde aquel momento para que otro “desfile de la victoria” atraviese de nuevo la calle de La Princesa, pero esta vez, al contrario que aquel, no ha significado ninguna ruptura ni desunión, al contrario, se ha constituido en un motivo de encuentro para la inmensa mayoría de los españoles, que por primera vez en muchos años, y quizá en una de las muy escasas ocasiones a lo largo de la historia de este país, han estado de acuerdo en una causa común. En nuestra crónica anterior ya hablamos de este momento comparando a España con una paella, y han sido innumerables las lineas que se han escrito en los diferentes medios de comunicación dejando constancia de este fenómeno social y de su trascendencia. Por eso en esta crónica vamos a limitarnos a dejar constancia gráfica de este momento, comparando alguna de ellas con imágenes de aquel mes de Marzo de 1939, de tan contrario signo a las vividas ese 11 de Julio de 2010. ¿Se imaginan amigos lectores a alguien gritando en la calle Princesa en Marzo de 1939 “Viva La Roja”?.

LOS PROLEGÓMENOS
Ya desde primeras horas de la mañana se presentía en la ciudad que iba a ocurrir algo especial, se respiraba un aire festivo y en el ambiente flotaba una sensación especial. Para pulsar el momento desde nuestra redacción enviamos a cubrir la información al más experimentado de todos nuestros reporteros gráficos, al laureado FOTO JAZ, que eligió el punto neurálgico de La Cibeles para disparar su cámara e inmortalizar el histórico momento. He aquí alguna de aquellas instantáneas de este amplio reportaje.

Imagen del reportero francés Albert Louis Deschamps tomada en los últimos día de Marzo del 39 en la que vemos la Plaza de la Cibeles, con la estatua protegida para evitar lo daños de los bombardeos.


La Cibeles el pasado 11 de Julio momento antes de la gran final.

Los repartidores de Telepizza se suman a la fiesta animando desde primeras horas de la mañana , aqui les vemos por el Paseo de Recoletos.