martes, 27 de diciembre de 2011

LA APOTEOSIS

El monumental edificio de La Telefónica en la Gran Vía madrileña en una foto de los años treinta.(Clic en cualquier imagen para ampliar)

LA APOTEOSIS

Al bajar por la escalinata del Círculo de Bellas Artes, todavía absorto en el recuerdo de la apoteósica faena que acababa de contemplar, las ideas se amontonaban en mi cabeza. El edificio en sí, su monumental escalera, sus esculturas y esa música de piano que parecía no salir de ningún sitio, me hicieron comprender lo que el arquitecto Antonio Palacios debió sentir al diseñar este monumento: construir un templo sagrado donde albergar las Bellas Artes para que pudieran ser reverenciadas por los mortales. También me vino a la cabeza un libro de un escritor británico atormentado por el opio de nombre Thomas de Quincey, que publicó allá por el primer tercio del Siglo XIX con el título de “Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes”. Y yo me pregunto amigos lectores: ¿y por qué la guerracivilmaquia no puede considerarse también como una de la Bellas Artes?. Según de Quincey: “se empieza por un asesinato, se sigue por el robo y se acaba bebiendo excesivamente y faltando a la buena educación”, con la guerracivilmaquia puede pasar algo parecido, se empieza por asistir a una conferencia, se continua entrando a algún foro o blog, y al final se acaba por comprar un libro, ¿existe mayor perversión posible aunque sea para regalar?. Así es queridos lectores, después de lo visto ayer, yo elevaría una petición a las autoridades u organismos competentes para que la guerracivilmaquia sea declarada como una de las Bellas Artes, y a poder ser, con carácter retroactivo.

Antes de narrarles las memorables faenas de esta incomparable terna de artistas, me detendré en tratar de referirles como fueron los momentos previos al festejo y el ambiente que se vivía en los tendidos. Desde horas antes del comienzo del paseillo una incontenible muchedumbre burbujeaba alrededor de las taquillas del coso, donde los reventas pudieron hacer su agosto. Ante la avalancha de publico las puertas del monumental coso se abrieron con inusitada antelación, y en breves momentos se podían contemplar los tendidos ya completamente abarrotados, en la plaza no cabía un alfiler, y muchos de los aficionados que no habían conseguido una localidad de asiento se colocaban buenamente donde mejor podían, ante la desesperación de acomodadores y alguacilillos que trataban de mantener diáfanos los pasillos.

El Círculo de Bellas Artes donde tuvo lugar el apoteósico festejo con el que Gefrema cerro sus actividades en 2011, el año del 75 aniversario.

El éxito de la convocatoria era incontestable, no cabía la menor duda del acierto de Gefrema al elegir este monumental e incomparable coso, así como al componer el cartel con tres indiscutibles figuras y seleccionar para la lidia a esta atrayente ganadería, con estos mimbres no era difícil tejer un gran cesto con el que cerrar de manera apoteósica este año de 2011 que se acaba, el año del 75 aniversario. Pero permítanme que antes de ir a la crónica propiamente dicha les hable brevemente de la figura de un socio de Gefrema que tiene mucha responsabilidad en este clamoroso éxito. Se trata de una persona de una modestia infinita, benemérita abnegación y enorme capacidad de sacrificio y entrega, un hombre que trabaja en la sombra, al cual le produce una singular alergia el hecho de salir en los papeles, al contrario de otros muchos dispuestos incluso a pagar (o dar tormento a los periodidstas con la ya conocida retranca de “sácame, pon algo de mi,…” a la que ya estamos acostumbrados) por recibir una buena crítica o ver ensalzada su obra. Una vez finalizado el festejo me dirigí a el para felicitarle por su labor y comunicarle que “tamaña hazaña habría de ser conocida por el entero mundo”, a lo que él, en su infinita modestia me pidió, casi me suplicó, que por favor no mencionara su nombre, en su humildad sostenía que el éxito se debía a la labor de todos y cada uno de los socios de Gefrema, de los que él era solamente uno más. Sin embargo para los que como yo todavía creemos en la Justicia, es de ley citar a esta persona, aunque no me vuelva a hablar en la vida por ello, me refiero al benemérito, abnegado Carlos Díaz Hernando “Secretario”, cuya labor y gestiones han sido fundamentales para el éxito de esta singular empresa. Desde aquí nuestro perpetuo y sincero agradecimiento.

sábado, 17 de diciembre de 2011

25 MILITARES DE LA REPUBLICA

El libro “25 Militares de la República”presentado el pasado miércoles en Madrid.

25 MILITARES DE LA REPÚBLICA
 
(ULTIMA HORA: AL FINAL DE ESTA CRÓNICA PODRÁN ENCONTRAR UNA IMPORTANTE NOTICIA)

En este mundo de la guarracivilmaquia en muchas ocasiones la información sobre los festejos y otros acontecimientos se trasmite de aficionado a aficionado, lo que provoca en alguna que otra ocasión esta información no se corresponda con la realidad, algo que sucedió con la presentación del libro “25 Militares de la República” publicado por el Ministerio de Defensa. Un aficionado amigo (del que no mencionaremos el nombre) comunicó que el pasado día 14 a las 19:00 horas harían el paseillo en el monumental e histórico santuario de la librería Marcial Pons los afamados diestros Ángel Viñas, Jesús Núñez y el gran historiador, y mejor madridista, Ángel Bahamonde Magro. Ante tamaña oportunidad a las 18:00 horas ya se encontraba el diestro de la Cuesta de Areneros en la primera fila de las taquillas el inigualable Moncloveño, con un ejemplar del libro “El Real Madrid en la Historia de España” para que se lo firmara el maestro Bahamonde. Al igual que Moncloveño, atraidos por el reclamo, allí estaban otros beneméritos aficionados como son Inés Tremis, Capa y Orwell, Sandoval finalmente no pudo asistir ya que estaba “con el griego”(sic). La decepción fue grande cuando se confirmó que ninguno de esos tres consagrados diestros lidiarían esa tarde, pero tras un momentáneo enfado los ánimos se calmaron al constatar que los diestros que iban a lidiar y principalmente la categoría de la ganadería, prometían una tarde memorable.

De izquierda a derecha contemplamos a Capa, Moncloveño, Inés Tremis, Orwell y a Cuatro Vientos charlando amigablemente con una elegante señorita.

Como era de prever se produjo un lleno hasta la bandera, en la librería Marcial Pons no cabía un alfiler, la expectación era máxima. En los abarrotados tendidos, además de los ya mencionados aficionados, se encontraban algunas de las primeras figuras de la guerracivilmaquia y del mundo de la cultura, así como algún que otro representante del estamento militar, entre todos ellos destacar la presencia del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general José Julio Rodríguez. Y por supuesto, como en cualquier festejo de categoría, allí se encontraba ese magistral torero Juan Manuel Riesgo “Cuatro Vientos”, uno de los ilustres historiadores que han colaborado en la redacción del libro escribiendo dos de las 25 biografías que recoge el volumen, el cual no paró de firmar autógrafos y de hacerse fotos con los aficionados antes del comienzo del festejo.

Con la puntualidad de un toque de diana comenzaron el paseillo los tres diestros que habrían de lidiar con el morlaco, un soberbio ejemplar de 900 páginas, marcado con el hierro del Ministerio de Defensa. En el centro se situó don Fernando Flóres Gímenez, Director General de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa, a su derecha Javier García Fernández “El Panfle”, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Alicante y Director general de Reclutamiento del Ministerio de Defensa, así como coordinador del libro que allí se presentaba. En el otro extremo de la mesa se ubicaba el popular diestro Jorge Martínez Reverte, autor de libros tan conocidos como “La Batalla de Madrid”, o “La Batalla del Ebro”, o el editado recientemente sobre la División Azul, entre otros trabajos. Un diestro muy conocido del gran público, gracias a sus periódicas apariciones televisivas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿BRIGADISTAS INTERNACIONALES EN EL PAIS VASCO?

Fotografía perteneciente a los fondos del International Brigades Memorial Archives, en la que (según el texto que la acompaña) se ve a un grupo de brigadistas desembarcando de un tren.

¿BRIGADISTAS INTERNACIONALES EN EL PAIS VASCO?

En ocasiones una simple fotografía, aparentemente sin ninguna característica especial, puede convertirse en un extraordinario documento historiográfico. Tal y como explicó el maestro Carlos García-Alix “Rufian” en una conferencia, que tuvo su correspondiente crónica en esta publicación, las fotografías te hablan, solamente es necesario hacerles las preguntas adecuadas. A partir de una fotografía y de las pistas que esta nos ofrece, podemos llegar a conclusiones contrastadas y establecer diferentes hipótesis para trabajar posteriormente con ellas. Podemos encontrar múltiples ejemplos, sin ir más lejos en este mismo medio podemos encontrar la crónica dedicada al comandante Bretaño, donde a partir de la foto de uno de los parapetos y gracias a los comentarios de nuestros lectores, se consiguió identificar a alguno de los personajes que aparecían en ella y recuperar diferentes testimonios y trabajos relacionados con el asalto al Cuartel de la Montaña en Julio de 1936 (IR A LA CRÓNICA Y LOS COMENTARIOS). Otro ejemplo más reciente lo tenemos en el foro de Gefrema, un lugar ejemplar de intercambio y debate caracterizado por el rigor y objetividad de las intervenciones de los participantes. En este foro, y dentro de un hilo que comenzó con una ruta por las calles de Madrid con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la llegada de la Brigadas Internacionales a Madrid, aparecieron dos fotos, prácticamente idénticas, de un grupo de brigadistas caminando. Lo que parecían dos fotos sin mayor trascendencia han dado lugar a un interesantísimo debate que ha conseguido arrojar mucha luz sobre la fecha en la que los brigadistas llegaron a Madrid, confirmando algunas teorías y estudios, y cuestionando o matizando otros, como es el caso del testimonio de Vicente Rojo.

A partir de la fotografía de este grupo de brigadistas tomada en Madrid en noviembre de 1936 publicada por varios periódicos de la época, se inició un interesante debate en el Foro de Gefrema sobre la fechas de llegada y de entrada en combate, así como sobre otros aspectos relacionados con los voluntarios internacionales en la Batalla de Madrid.

En la ruta de Moncloveño citada anteriormente, el diestro de la Cuesta de Areneros obsequió a los aficionados con una cuidada documentación, que incluía una extensa selección gráfica de fotografías relacionadas con el evento. Entre las fotos que el diestro estuvo recopilando se encontraba una fotografía que de confirmarse alguna de las trazas que de un analisis inicial se podían obtener, supondría localizar un excepcional documento gráfico sobre el momento de la llegada de los brigadistas a Madrid. Sin embargo un torero de la categoría de Moncloveño, que ha lidiado ya en muchas plazas con morlacos de las más variopintas ganaderías de carretes, no permite que salte cualquier ejemplar al albero sin haberlo estudiado atentamente antes de su lidia.

La foto en cuestión apareció publicada en el libro “International brigades in Spain 1936-39” de Ken Bradley y Mike Chappell, publicado por Osprey en 1984. La mayoría de las fotografías de este trabajo pertenecen al “International Brigades Memorial Archive” que a su vez se incluye en los fondos de “The Marx Memorial Library”, ubicada en Londres. Este importante archivo es una de las fuentes básicas para el estudio de las Brigadas Internacionales por el número e importancia de los documentos que en el se pueden encontrar, durante años estos fondos han sido estudiados y catalogados por personal cualificado, lo que les otorga un valor añadido.

Portada del libro en el que aparece publicada la fotografía de nuestra cabecera.

La fotografía a la que nos referimos la pueden contemplar ustedes en la cabecera de esta crónica, y como podrán apreciar se trata de una fotografía sin ninguna trascendencia ni significado aparentes. En ellas aparece un grupo de soldados que caminan por el anden de una estación de ferrocarril, junto a un tren del que muy posiblemente hayan descendido momentos antes, a su derecha un niño sobre las vías contempla la escena. En el pie de foto de la publicación encontramos el siguiente texto: “unidentified international brigade unit disembarking from a train; dark berets are worn by most but a few wear the pasamontaña”, cuya traducción más o menos podría ser: “unidad no identificada de las Brigadas Internacionales desembarca de un tren; la mayoría de los soldados usan boinas oscuras, aunque algunos visten pasamontaña”. Como pueden comprobar una foto más, sin embargo si observamos con más detenimiento la imagen podemos llegar a plantearnos alguna pregunta.

Una locomotora eléctrica Brown Boveri fabricada en Suiza, también conocida como cocodrilo, idéntica a la que aparece en la fotografía de los brigadistas.

Cuando esta foto llegó a las manos de Moncloveño mientras preparaba su ruta, lo primero que pensó es si esta fotografía podría corresponder a la madrileña estación de Atocha, si fuera así, se podría tratar del instante en el que llegaban a Madrid los primeros brigadistas, dado que según diversas fuentes sería este el medio de transporte utilizado para su traslado, sin duda un momento histórico. Ahora la tarea consistía en ver si a partir de la información de la foto se podría obtener algún dato que confirmara esa hipótesis. Una de las pistas que encontramos en la imagen es la locomotora, aunque no se ve la totalidad de la misma si que se distinguen diferentes elementos que pueden ayudar en su identificación. Pero entre todos ellos, destaca uno que llama poderosamente la atención: la locomotora tiene pantógrafo (mecanismo articulado por el que la locomotora toma la corriente de la catenaria), es decir se trata de una línea electrificada.

La Compañía de Ferrocarriles Vascongados adquirió 10 locomotoras eléctricas Brown Boveri en 1928, que prestaron servicio hasta bien entrado el último cuarto del pasado siglo. (Foto Railwaymania).

En los temas relacionados con el ferrocarril, en Gefrema tenemos la suerte de contar con un especialista en la materia: el maestro José Antonio Grandell, un apasionado de todo lo relacionado con este medio de transporte. le enviamos la fotografía para conocer su opinión, y a su vez Grandell se la remitió a José Manuel García un auténtico maestro en estas lides, un Cossio andante del mundo del ferrocarril. Tras estudiar la imagen detenidamente, las conclusiones a las que llegaron este par de expertos, ofrecerían mucha luz sobre los secretos que esta fotografía encerraba, pero a su vez también levantaba muchas sombras.

Dos locomotoras del mismo modelo que la que aparece en las fotografías e los brigadistas en la estación de Durango. (Foto Railwaymania).

La locomotora que aparece en la imagen es una Brown Boveri (fabricada en Suiza por la compañía Brown, Boveri & cie que se encargaría de la parte eléctrica, mientras que la compañía belga Haivie St Pierre se encargaría de la fabricación de la parte mecánica). Una de las diez locomotoras que adquirieron en la Compañía de Ferrocarriles Vascongados en 1928 (alguna de las cuales continuarían dando servicio hasta el último cuarto del pasado siglo) para operar en sus líneas electrificadas. Como curiosidad comentar que estas diez locomotoras serían bautizadas con los nombres de 10 montes del País Vasco y en la actualidad se conservan tres, Ulía, Bizkargi y Arrate, que se pueden contemplar en el Museo Vasco del Ferrocarril, y otras cuatro locomotoras de aquellas diez (Kalamua, Andux, Irukurutzeta y Galdaramiño) se conservan en otros puntos de España y Europa. Estas 10 máquinas eléctricas se desplazaban sobre vías métricas, es decir lo que se conoce por vía estrecha.

La bilbaína estación de Achuri, un lugar donde bien podría haberse tomado la fotografía.

Si comparamos la imagen de los brigadistas con alguna de las que acompañan esta crónica podremos comprobar las coincidencias (puertas y ventanas, rejillas de ventilación, foco delantero, pantógrafo, etc.) y si nos fijamos en el ancho entre los raíles donde se encuentra el niño de la fotografía, comprobamos que es menor al habitual de los ferrocarriles en España, es decir se trata de una vía de ancho métrico (1.000 mm) en vez del ancho más común en la mayoría de lineas del país, conocido como ancho ibérico por utilizarse principalmente en Portugal y España (1.668 mm)

Estas locomotoras solamente funcionaban en aquella época en el Pais Vasco, por lo tanto la fotografía tuvo que ser tomada en algún punto de la red de la Compañía de Ferrocarriles Vascongados. Nuestros expertos consideran que posiblemente se trate de la bilbaína estación de Achuri, aunque bien podía tratarse de cualquier otra de aquella línea electrificada.

El correo Bilbao-San Sebastián, con su locomotora Brown Boveri, preparado para partir en la estación de Achuri de Bilbao. (Foto Railwaymania).

Si estas deducciones son correctas podemos afirmar que la fotografía se tomo en algún lugar del País Vasco, aunque sin poder concretarlo en un punto exacto con absoluta certeza. Ahora la duda es saber si en algún momento, alguna unidad de las Brigadas Internacionales estuvo en el Pais Vasco. Después de indagar en por diversos medios, consultar diferentes fuentes, así como consultar a varias personas que han trabajado sobre las Brigadas Internacionales, la respuesta es que ninguna unidad de las BI participó en los combates en el Pais Vasco, ni en ningún frente del norte, es decir ni de Santander ni de Asturias. Solamente hemos constatado la participación de voluntarios extranjeros durante los combates de Irun, en el verano de 1936. En aquella ocasión, finales de agosto de 1936, desde Francia cruzarían la frontera grupos de combatientes que se unirían a las fuerzas leales para la defensa de la localidad guipuzcoana. En aquella ocasión un total de sesenta extranjeros combaten junto a los republicanos vascos.

— Un grupo de ocho hombres (tres alemanes, un polaco, un francés, un belga). Jefe: un checo, veterano de la Legión Extranjera Francesa. Ayudante: Leib Jampolski, llamado Jean Paul, comunista de Besarabia.
— Grupo de una docena de hombres, italianos. Jefe: Maurovitch Remigio, llamado Gorizia (italiano, comunista).
— Grupo Edgar André: 4 hombres, después diez. Alemanes. Jefe: «Papá», alemán, veterano del 14, social-demócrata.
— Una unidad de unos 200 hombres, en su mayoría vascos, mandada por el capitán francés Jacques Menachem, incluyendo a algunos extranjeras: franceses, húngaros, polacos. El grupo Edgar André, de Papá, se integra en ella.
— Grupo Walery Wroblewski: 9 hombres, polacos, comunistas. Jefe: Francis Palka. (fuente: www.sbhac.net)

Un grupo de milicianos vascos, muchos de los cuales utilizan la tradicional boina, observen que en algunas se aprecia que tienen cosidos o prendidos diferentes emblemas, lo que coincide con lo que podemos observar las boinas de los soldados que aparecen en la fotografía del tren.

Irun caería ese mes, y la comunicación con Francia de la zona republicana del norte quedaría cortada. Ahora la pregunta sería si los combatiente de la fotografía, pertenecen a aquel grupo de voluntarios que combatieron en Irun; a nuestro entender sería una teoría con poco fundamento ya que muy posiblemente de haber existido esa unidad de extranjeros seguramente nos hubiera llegado alguna referencia o testimonio. Otra hipótesis que podríamos manejar es la de que los soldados que se ven en la foto, no sean extranjeros, si no que se trata de una unidad de la zona, lo que justificaría de alguna manera la utilización generalizada de boinas, en algunas de las cuales podemos distinguir un emblema o escudo prendido a las mismas. De ser esta teoría la correcta, entonces nos quedaría la duda de saber como esta fotografía pudo llegar hasta los fondos del International Brigades Memorial Archives. Seguramente el motivo pudiera ser la similitud en la indumentaria con algunos brigadistas, especialmente con los brigadistas de nacionalidad francesa, muchos de los cuales utilizaban también boina de manera habitual.


Dos fotografías de milicianos vascos tomadas por David Seymour “Chim”, compañero de Robert Capa y Gerda Taro, en las que podemos apreciar con detalle los escudos y emblemas prendidos en las boinas. Ambas fotografías pertenecen a la “Maleta Mexicana”.

Llegados a este punto hemos podido comprobar como la fotografía se tuvo que tomar en alguna localidad del País Vasco por donde pasara alguna de las líneas de la Compañía de Ferrocarriles Vascongados, preparada para la circulación de locomotoras Brown Boveri como las de la fotografía, que circularían sobre vía métrica , pero quedaría por identificar a los soldados que aparecen en la fotografía, ¿brigadistas o soldados vascos?. El debate queda abierto, y esperamos que cualquier aportación de nuestros lectores nos ayuden a desvelar esta apasionante incógnita.

Florentino Areneros.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

BOE, CINE Y FRANQUISMO

Portada del libro de Raúl César Cancio “BOE; CINE Y FRANQUISMO” que fue presentado por su autor el pasado martes 15 de noviembre. (Clic en cualquiera de las imágenes para verlas ampliadas)

BOE, CINE Y FRANQUISMO

El pasado martes 15 de noviembre pudimos asistir a otra de esas tardes mágicas que desde hace tiempo organiza la asociación Gefrema en el monumental coso del colegio Lourdes también conocido como “El Santuario”. En esta ocasión lidiaba en solitario el afamado y popular Raúl Cesar Cancio “Supremo”, que lidiaría ejemplares de la afamada ganadería de la “Dehesa de Santa Isabel”, vacada conocida también por los aficionados como “La Filmoteca”. Una ganadería que da mucho juego y que se suele prestar al lucimiento de los toreros, máxime cuando el lidiador es una primerísima figura como en el caso que nos ocupa.

“La vida en un hilo” una película de Edgar Neville.

La plaza presentaba algo más de media entrada, algo difícil de entender dada la categoría tanto del diestro como de la temática a lidiar. Aún así allí estaban algunos de los más destacados aficionados y diestros de la afición gefremera, bastión irreductible de los buenos aficionados a la gueracivilmaquia. Entre ellos “Modesto”, “Sandoval”, “Finito de Hortaleza” que filmaría todo el festejo, Cardenal, “Presidente”,”Cubanito”, “Verderón”,”Sundance”, así como la presencia de la mozo de espadas del maestro “Espoleta”, su inseparable “Charquitos”, entre otros muchos buenos y fieles aficionados. Pero destacando entre todos estos aficionados y sin desmerecer a ninguno, debemos reseñar la presencia del indiscutible número uno del palmarés de la fiesta, el único, el inigualable, el ya mítico “Moncloveño”, que tuvo que dedicar un buen rato a firmar autógrafos a los aficionados que se arremolinaban a su alrededor tras su apoteósico triunfo del día de La Almudena, hecho este que provocó que el paseíllo comenzara con un poco de retraso sobre el horario previsto.

“El santuario no se rinde” una de las películas épicas ambientadas en la Guerra Civil rodadas en los primeros años del franquismo.

Antes de narrarles lo que dio de sí la faena quiero hablarles de este aquilatado diestro, cuya trayectoria es sobradamente conocida por la mayoría de los aficionados, pero en deferencia a los numerosos aficionados de todo el mundo que cada día en mayor número se asoman a estas páginas, haremos un pequeño y breve inciso. Raúl César Cancio es un diestro cuyas actuaciones se cuentan por clamorosos triunfos, ha lidiado en diferentes plazas enfrentándose a diversas y variadas ganaderías, y sería muy largo reseñar todas ellas por lo que nos vamos a ceñir a su relación con la asociación Gefrema. Hace años publicó en la revista Frente de Madrid un interesante artículo sobre la actividad y vicisitudes del Tribunal Supremo (del que el autor forma parte como letrado) durante la Guerra Civil.

Tal vez la escena más polémica de Viridiana de Luis Buñuel, que sería premiada con la Palma de Oro en Cannes.

viernes, 11 de noviembre de 2011

EL RENACIMIENTO

Voluntarios de la Brigadas Internacionales desfilando por la Gran Vía en la Red de San Luis (Fotografía: La Biblioteca Fantasma)


EL RENACIMIENTO


A finales del Siglo XV Europa atravesaba un periodo de cambios en todos los ordenes, culturales, económicos, políticos, sociales,… Cambios que darían como resultado el nacimiento de la era moderna. Atrás quedaban los oscuros tiempos de la Edad Media y sus sombras, donde el conocimiento era patrimonio de unos pocos, que lo utilizaban a su antojo y beneficio. El conocimiento era solo uno, los dogmas se repetían como algo inamovible siglo tras siglo, nadie se atrevía a negarlos, ni siquiera a cuestionarlos. Todo esto empezaría a cambiar al finalizar el Siglo XV, un movimiento imparable en todos los ámbitos del conocimiento volvería sus ojos a los tiempos anteriores a la Edad Media, a la cultura clásica de griegos y romanos, así como al humanismo, que de este modo volvía a nacer, que de esta manera renacía. Es por ello que conocemos este periodo como Renacimiento.

La Gioconda sonríe tras contemplar el video de la actuación de Moncloveño.

Con la guerracivilmaquia podemos afirmar que estamos asistiendo a un fenómeno similar. Hasta ahora hemos tenido que asimilar los dogmas inamovibles de los unos o de los otros, la interpretación y ejecución de este noble arte se limitaba a repetir las doctrinas aprendidas independientemente de quienes fueran los diestros que actuasen o de las ganaderías que lidiasen. Pero al igual que en el renacimiento aparecieron Miguel Ángel, Rafael o Leonardo da Vinci, en estos tiempos vemos surgir nuevos fenómenos de la guerracivilmaquia: Ibarakeño, Rufian, Inés Tremis, Ribereño, Universitario, entre otros diestros de contrastable valía, gracias a cuya labor podemos afirmar sin temor a equivocarnos que estamos asistiendo al renacimiento de la guerracivilmaquia.Y fue ayer viendo torear a Moncloveño, cuando fui plenamente consciente de esta nueva realidad.

Leonardo da Vinci uno de las principales figuras del Renacimiento, al igual que Moncloveño.

Ya saben ustedes la debilidad que en esta redacción sentimos por el diestro de la Cuesta de Areneros, el indiscutible número uno del escalafón, a mucha distancia de cualquiera de los otros diestros que en la actualidad pisan el albero. Y ustedes podrían pensar que esta flaqueza de nuestros sentimientos podría impulsarnos a la desmesura en el halago, a la desproporción en la alabanza, pero si ustedes hubieran tenido la fortuna de contemplar lo que los aficionados que abarrotamos los tendidos del monumental coso de la ciudad de Madrid pudimos contemplar en la mañana del festivo miércoles, estoy seguro que nos concederían la razón al ver el arte que generosamente derrocha este diestro en cada una de sus contadas apariciones, algo muy difícil de narrar con palabras, aunque trataré de hacerlo en deferencia a esos miles de lectores que desde los distintos continentes leen nuestras crónicas.

martes, 1 de noviembre de 2011

LA REAPARICIÓN

Rafael de Paula, Antonio Chenel “Antoñete” y Curro Romero. Tres grandes artistas que protagonizaron cada uno de ellos diversas y sonadas reapariciones durante sus largas carreras.

LA REAPARICIÓN.


Todavía no repuesto de la tremenda emoción me siento ante el teclado de mi máquina de escribir para compartir con ustedes lo que sin duda ha de ser la noticia de mayor trascendencia en el mundo de la guerracivilmaquia en este año de 2011, el año del 75 aniversario.

Año tras año, mes tras mes, los buenos aficionados han tenido que contemplar resignados como la fiesta, nuestra querida y tradicional fiesta, gracias a la cual tantas tardes de gloria hemos podido disfrutar, iba perdiendo su identidad suplantada por esos sucedáneos de historia baja en calorías, diseñados para un consumo masivo de públicos conformistas y poco exigentes. ¿Cuántos festejos hemos tenido que contemplar que buscaban agradar exclusivamente a los públicos de barrera o de andanada, a los de sol o a los de sombra?. Ya estamos ahítos de tantos oportunistas trincones, maletillas, gacetilleros metidos a historiadores, historiadores metidos a gacetilleros, de memorias y desmemorias, de algún que otro mamarracho, de espontáneos impresentables, y de otras faunas y otras "yerbas" que van lastrando y desvirtuando la pureza de este noble arte. Hemos tenido que ver como los buenos aficionados abandonaban en masa los tendidos aburridos de ver torear tarde tras tarde a pegapases de tres al cuarto que no aportan nada, hemos contemplado como anunciando carteles de primeras figuras lidiando las más prestigiosas ganaderías los tendidos no se llenaban, y que sin embargo cuando lidiaban diestros mediáticos con reses insulsas, y en la mayoría de los casos escandalosamente afeitadas, se producían clamorosos llenos de un publico más cercano a la pachanga que a la ortodoxia. La fiesta necesitaba referentes en los que apoyarse para su renacimiento, muchos pensaban que todo estaba perdido pero afortunadamente todavía brilla un rayo de esperanza en el mundo de la guerracivilmaquia.

El monumental Ministerio de Fomento en la Glorieta de Atocha, donde comenzará el próximo miércoles día nueve uno de los paseillos más esperados por los buenos aficionados.

Hace pocas jornadas nos abandonaba el maestro Antoñete, dejando un hueco que será muy difícil de llenar. Además de por si inigualable arte, este diestro será recordado por sus reapariciones, de las que protagonizó una cuantas a lo largo de su carrera. Hoy quiero hablarles de otra reaparición. Tengo el honor de adelantarles (con lágrimas en los ojos de la emoción) una auténtica primicia mundial, una noticia largamente esperada que colmará de felicidad a todos los buenos aficionados: “Moncloveño” regresa a los ruedos.

lunes, 24 de octubre de 2011

LA SEMANA GRANDE (II)

La Semana Grande finalizaría con una monumental ruta de “Las Sacramentales” guiada por el consagrado maestro Bazán. Un inigualable broche de oro a una feria que tardará mucho en repetirse.

LA SEMANA GRANDE (II)

Como ya comentábamos en nuestra crónica anterior la semana pasada se dieron cita en Madrid algunos de los más grandes maestros de la guerracivilmaquia que lidiaron ejemplares de algunas de las más interesantes ganaderías. Pero a causa de no contar con una plantilla de colaboradores lo suficientemente amplia para cubrir todos los festejos (realmente no tenemos ni un solo colaborador, por si alguno de ustedes se animan) no podemos informarles de todos los acontecimientos que tuvieron lugar durante este interesante ciclo ferial. Así mismo, consideramos que dedicar una crónica específica a cada uno de los festejos a los que tuvimos el privilegio de poder asistir acabaría por abrumar a nuestros lectores. Por ello nos limitaremos en esta crónica a resumir los festejos que por la categoría tanto de los lidiadores como de las ganaderías, habían despertado una mayor expectación entre los más selectos aficionados.

MARTES 18:

Abriría la feria de la Semana Grande con una monumental corrida que habría de poner el listón de la exigencia muy alto para el resto de festejos que tendrían lugar en los días posteriores. Actuaba el maestro Antonio Morcillo “Presidente” lidiando el más que interesante episodio del “Desastre de Annual”.

El festejo tuvo lugar en el coso, ya considerado santuario por los socios de “Gefrema”, del Colegio Lourdes “La Catedral”. La plaza presentaba un aspecto espectacular (pese a coincidir con un partido del mejor equipo de la historia) con un lleno de “no hay billetes”, lo que obligó a algunos aficionados a contemplar la lidia de pie, ya que se ocuparon todas las localidades. Entre los presentes algunos de los más famosos diestros y aficionados de la guerracivilmaquia: “Sandoval”, “Capa”, “Chato de Ventas”, “Arquitecto”, “Modesto”,”Brigadista”, entre otros muchos, y como todos ustedes habrán podido adivinar, en primera línea (no ya en una localidad de barrera sino ocupando un burladero sobre el mismo albero), se encontraba ese auténtico ciclón de la guerracivilmaquía moderna, ese Cossío andante, el inigualable Juan Manuel Riesgo “Cuatro Vientos”.

viernes, 14 de octubre de 2011

LA SEMANA GRANDE

En el mundo de la tauromaquia cuando se habla de “Semana Grande” se está haciendo referencia a la Feria de Bilbao. La próxima semana los aficionados a la guerracivilmaquia podrán disfrutar de una semana grande gracias a la cantidad de festejos programados en la capital de España, donde destacan los que habrán de lidiar los afamados diestros foraneos Ken O’Keefe “Ibarakeño” y el ya legendario diestro de la ribera del Manzanares Martín Minchom ”Ribereño”. (Hagan clic en cualquiera de las imágenes para verlas ampliadas en otra pestaña).


LA SEMANA GRANDE

Cuando se habla de la Semana Grande, los buenos aficionados saben que se trata de las fiestas de Bilbao. Unas fiestas a lo grande, por todo lo alto, donde no falta de nada, a la bilbaína vaya. Y por su puesto tampoco podían faltar los toros, y como no podía ser de otra forma también es a lo grande y los toros cuanto más grandes mejor, no en vano estas fiestas también son conocidas como la “Feria del Toro”.

Bilbao tiene una plaza grande, de primera pues, como no podía ser de otra forma, de nombre Vista Alegre, como su homónima de Madrid. Una plaza muy coqueta que tiene la particularidad de que en vez de albero, el ruedo es de una arena casi negra, del color del hierro, para que se sepa sin lugar a dudas que uno esta en Bilbao. Y a esta plaza y a esta feria, no viene a torear cualquiera, aquí solo vienen los mejores, los grandes, que para eso es Bilbao, nada de segundones ni figurillas de postín. Y en cuanto a los toros, que les voy a decir de los toros, aquí solo saltan a la arena los mejores, los más grandes, los más bravos, las ganaderías comerciales se quedan para los festejos de las playas abarrotados de guiris, aquí solo toros de primera, toros de Bilbao: los Pablo Romero, los Miura, los Vitorino, y por supuesto los de la bilbaína Dolores Aguirre, esos no pueden faltar que estamos en Bilbao.

Una imagen de la Plaza de Toros de Vista Alegre durante la Semana Grande de Bilbao. Si amplían la imagen y observan a la reportera de blanco podrán comprobar que en “Bilbao siempre lo mejor”, nada que ver con personajes del mundo del reportaje como FOTO JAG, o el indocumentado de FOTO CHAT.


Es curioso ver como lamentablemente en los tiempos que corren toros y política se mezclan haciendo de ellos una cuestión identitaria. Así para algunos sectores del nacionalismo catalán se trata de algo ajeno e impuesto desde el más rancio “centralismo españolista”, mientras que para muchos habitantes del Rosellón en Francia es algo asumido como propio y seña de identidad frente a la preponderancia cultural francesa. Sin olvidar tampoco a otros “nacionalismos”, mas centrados geográficamente pero no menos desfasados que los anteriores, que con el don de la oportunidad, se declaran paladines de la fiesta, aunque mucho nos tememos que tras ello lo que se pretenda sea meter el dedo en ojo ajeno (sin mirar a nadie), arrancando la ovación de los más acérrimos incondicionales (auténticos hooligans de los tendidos, y en muchos casos verdaderos analfabetos de la tauromaquia y sus secretos). Y en medio de todo este guirigay de identidades, políticas y absurdos, los buenos aficionados lo que piden es solamente una cosa: “virgencita que me quede como estoy”.

miércoles, 5 de octubre de 2011

EL CRIMEN DE LA CALLE GAZTAMBIDE

En 1874 llegó a España el austriaco Richard Gans. Con el tiempo crearía una empresa, la Fundición Tipográfica Richard Gans, que pasados los años sería referente indiscutible del mundo de las artes gráficas españolas. (Haga clic en cualquiera de las imágenes para verlas ampliadas).

EL CRIMEN DE LA CALLE GAZTAMBIDE

El pasado 17 de septiembre una noticia conmocionaba el barrio, una anciana había sido hallada muerta en su domicilio de Gaztambide 8, maniatada y con evidentes signos de violencia. Después se supo que se trataba de Doña Amalia García Gans, de 72 años, una mujer soltera, muy reservada y heredera de una gran fortuna y un importante patrimonio inmobiliario, según podemos leer en las numerosas narraciones que de este trágico suceso podemos encontrar en numerosos medios de comunicación (EL PAÍS, ABC, LA RAZÓN,...). A día de hoy se desconocen cuales fueron los motivos y quienes los autores de este crimen.

Este trágico suceso despertó también una antigua inquietud que me ronda desde hace tiempo, relacionada con uno de los edificios emblemáticos del barrio: la Fundición Tipográfica Richard Gans.

En 1886 se inauguraría la nueva sede de la empresa en la calle de la Princesa en un edificio que se todavía se conserva. Durante la Guerra Civil, dada su proximidad al frente, sufriría importantes daños al igual que la mayoría de edificios del barrio. En la imagen vemos el edificio de la Fundición en una foto tomada desde la esquina de Hilarión Eslava con Rodríguez San Pedro. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Se trata de una construcción que ocupa una gran superficie, teniendo fachada a las calles de La Princesa y de Altamirano. Este edifico lleva cerrado hace muchos años, tantos que no tengo memoria de haber visto actividad en su interior. Algún día, muy de vez en cuando, un hombre mayor de pelo blanco y de vestir elegante, abre el cierre metálico de la calle de Altamirano, y entonces se puede contemplar el interior. En más de una ocasión he estado tentado de preguntar a aquel señor por el origen y la historia del edificio, pero siempre me venció la timidez. Llama poderosamente la atención que un edifico con esa superficie y en esa zona no haya sido convertido todavía en un Zara, o en cualquier otro comercio, pero a mi particularmente lo que más me llama la atención es ese trasfondo misterioso y casi mágico que tienen las casas abandonadas. Desde niño siempre sentí atracción por las casas deshabitadas, el entrar en ellas era una aventura inigualable llena de intensas emociones. Pasear por sus estancias, abrir esa puerta o atreverte a subir aquella escalera, era como viajar de alguna manera por el tiempo, porque si algo tenían en común todas aquellas casas era el hecho de que en aquel lugar y en algún momento, el tiempo se había parado. Las causas de aquel extraño fenómeno que hacía que todo quedara congelado, como esperando a que alguien regresara para continuar de nuevo, siempre tenían alguna explicación entre la chiquillería, casi siempre relacionada con algún hecho extraordinario, en la mayoría de los casos una muerte, bien debida a un terrible crimen o por alguna misteriosa e inexplicable causa, lo que en la mayoría de los casos suponía la existencia de un terrible fantasma, o de alguna misteriosa e inquietante presencia. Todo ello convertía aquellas aventuras en algo inolvidable que permanece grabado en el subconsciente, y quizá sea esa la razón de que pasados ya muchos años, todavía sigamos experimentando esa curiosidad ante algún edificio de esas características. Así, cuando me enteré de que el edificio pertenecía a la familia de la mujer fallecida surgió la curiosidad, rápidamente me puse a buscar en los archivos de esta redacción, encontrando datos e información de indudable interés, relacionada con el edificio, las personas que por el pasaron y lo que aconteció entre sus paredes, que de alguna manera vienen a confirmar aquella teoría de la infancia, según la cual tras cada casa abandonada se esconde un pequeño o gran misterio.

Fachada de la Fundición a la calle de Altamirano en la actualidad. Fotografía publicada por cortesía de Carlos Viñas-Valle perteneciente a su fotoblog MadridlaCiudad (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El relato comienza en 1874 cuando llega a España el austriaco Richard Gans, como representante comercial de la compañía papelera Societé Anonyme des Papeteries de Virginal (antes Olin&Fils) de Bruselas, y de otras empresas relacionadas con el mundo de las artes gráficas. Los últimos años del Siglo XIX supusieron una gran expansión dentro del mundo de la edición y la impresión gráficas, las novedades tanto en tecnología como en maquinaria iban a provocar una auténtica revolución. En España el mundo de las artes gráficas, al igual que la gran mayoría de sectores productivos, tenía una dependencia casi total de las importaciones, siendo la producción nacional, tanto en maquinaria como en tipos(*), prácticamente inexistente.

(*) Los tipos son las piezas utilizadas en las imprentas para plasmar con tinta en el papel las letras o símbolos.

Una muestra de algunos de los muchos tipos que la empresa Richard Gans fabricaba y distribuía por toda España y muchos países del extranjero, especialmente de América. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Richard Gans era una persona despierta y emprendedora. Rápidamente se dio cuenta del potencial que ofrecía este mercado donde prácticamente no había competencia. Así el señor Gans decidió pasar de la importación de tipos a su producción, y en 1881 se desplazó hasta Alemania para hacerse con la maquinaria necesaria y traer a España a personal especializado en el manejo de las mismas. Así establece su primera fábrica en Madrid que se ubica en la calle Campomanes número 10.

Gracias a su iniciativa y esfuerzo, así como a la amplia red de contactos que había establecido en los años anteriores, el éxito no tarda en llegar y la demanda de sus productos aumenta día tras día, de forma que se tienen que trasladar a otro local más amplio esta vez en la calle Villanueva 22, que pronto se quedó nuevamente pequeño, ya que además de la fundición, Gans también se dedicaba a la venta de maquinaria importada, cuya exposición requería de amplio espacio. Por este motivo en 1886 se trasladarían a un edificio nuevo en la calle de la Princesa 63, que es el que todavía hoy se conserva. Posteriormente la continua expansión haría que la empresa se hiciera con algunos locales y pisos de la vecina finca de Princesa 61, hasta que finalmente se construiría en 1911 la nave de Altamirano número 5 destinada a la exposición de maquinaria, la cual se unía a la fábrica de Princesa por la parte trasera de esta, formando una “T”. Esta nueva nave era obra del arquitecto Luís López López, que contó con la colaboración de los maestros de obra Sres. Madurell y Vilata, corriendo la construcción a cargo de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas. De esta forma en una amplia superficie Richard Gans reunía todo lo necesario para el buen desarrollo de su negocio. Según recogía la prensa del momento: “Esta nave, de una extensión de 44 metros de longitud, con sus grandes existencias de maquinaria moderna que constituyen una exposición permanente de capital importancia, será un verdadero atractivo para toda persona, inteligebtes y profanos”. Pero esta no sería la única construcción del flamante y exitoso industrial, ya que para completar el conjunto construiría un hotelito en el número 50 de Princesa (actual 66) que habría de ser su residencia, y que se encuentra ubicado enfrente de la Fundición.

Vista de la calle de Altamirano durante la Guerra Civil en una fotografía tomada desde la calle Princesa (denominada Blasco Ibáñez durante la República). A la izquierda se distingue la fachada de la Fundición. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Richard Gans alcanzaría un gran éxito y reconocimiento dentro del mundo editorial, y su papel fue de gran importancia en el desarrollo de las artes gráficas en toda la nación. Su industria abastecía a las principales empresas editoriales y prensa del momento, entre ellas la imprenta Rivadeneira, ubicada en la cercana Cuesta de San Vicente, o el periódico ABC. Tras varias décadas, el joven emprendedor austriaco había logrado crear de la nada una importante empresa, lo que evidentemente le reportaría jugosos beneficios, de los que buena parte los reinvertiría en negocios relacionados con la construcción, haciéndose con un muy importante patrimonio inmobiliario, sobre todo en el barrio de Argüelles que por aquellas fechas se encontraba en pleno desarrollo. Según manifestó a la prensa uno de sus nietos hace pocos días a raíz del asesinato de Amalia García Gans, “...medio barrio de Argüelles era propiedad de mi abuelo”.

Una vista del interior de la nueva nave de Altamirano. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero además del éxito económico, Richard Gans alcanzaría un merecido reconocimiento social más allá del mundo editorial. Así en 1915 le sería impuesta por el Rey Alfonso XIII “la encomienda, con placa, de Isabel la Católica, por los relevantes servicios que ha prestado al Estado Español”. También sería condecorado con la Placa y Cruz de Carlos III, así como con la Cruz de Villaviciosa de Portugal. Don Ricardo Gans (tal es como acabaría castellanizándose su nombre) también sería objeto de un buen número de homenajes durante su vida, aunque quizá lo más importante, si nos hacemos eco de la prensa del momento, era que contaba con el respeto y agradecimiento de sus numerosos empleados.

Don Ricardo Gans, con alguna de las condecoraciones que recibió en agradecimiento a su labor a lo largo de su vida. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Don Ricardo además de crear una gran empresa, también crearía su propia familia. Contrajo matrimonio con Doña Matilde Gimeno García, con la que tendría tres hijos: Ricardo, Amalia y Manuel, desconocemos sus fechas de nacimiento pero por las fotos de prensa que hemos localizado debieron nacer en la segunda mitad de la primera década del pasado siglo.


En estas dos fotografías tomadas en el jardín de la residencia de la familia Gans en la calle de la Princesa, podemos observar a los tres hijos del industrial cuando eran unos niños. Las fotos están tomadas en los años 1911 y 1912. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Tras una intensa vida Don Ricardo Gans dejaría este mundo el 9 de Octubre de 1925. Su muerte supuso una gran perdida para el sector de las artes gráficas en España, que durante el último medio siglo, habían tenido en la figura del industrial un indiscutible referente. Desde ese momento, su viuda se haría con las riendas de la empresa, hasta que sus hijos tomaron el relevo.

Don Ricardo Gans fallecería en 1925, tras de sí dejaba una gran y pujante empresa, así como un importante patrimonio, principalmente inmobiliario. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pasan los años y la empresa familiar continua con su prosperidad, a la vez que sirve como plataforma para otras actividades, entre ellas las deportivas y culturales. Hemos encontrado diferentes noticias de época que nos hablan de la Asociación Deportiva y Cultural Richard Gans, que establecería su sede en la calle Monteleón, donde también abriría un gimnasio. Son diversas las referencias a partidos de diversos deportes en los que participan equipos de esta asociación, así como la organización de excursiones por los alrededores de Madrid o convocatorias de conferencias y actos culturales diversos. Y así llegamos al verano de 1936.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

Tras el golpe militar de julio de ese año, una violencia desmedida e irracional se adueñó de España. El ser dueño de una empresa, el pertenecer a un sindicato, o el haber votado a las izquierdas o a las derechas, entre otras muchas injustificables causas, podía ser motivo suficiente para acabar con la vida de cualquier persona, dependiendo de que en que lado de los dos en que se dividió España, hubiera quedado esa persona al iniciarse el conflicto. La familia Gans sería una de las muchas que en toda España acabarían siendo víctimas de aquella barbarie.


Justo frente a la Fundición, Richard Gans construiría un hotel que sería la residencia familiar. En las imágenes podemos ver uno de los proyectos iniciales y una fotografía del edificio en la actualidad, el cual se encuentra deshabitado. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Para conocer lo que paso a los miembros de la familia Gans contamos con el relato que de los hechos hizo al finalizar la guerra, el 30 de marzo de 1939, Santiago García Rivera, un empleado de la Fundición Tipográfica Richard Gans desde 1924, y que en aquel momento residía en la calle Altamirano nº 20, justo al lado de la fábrica. Según su narración, el día 17 de Agosto de 1936 mientras se dirigía a su domicilio acompañado de su esposa, “siendo aproximadamente las nueve y media de la noche, pudo presenciar que del hotel de Princesa nº 50, habitado por sus patronos, eran estos sacados y montados en un coche por detención llevada a efecto sin control alguno oficial por diversos individuos armados”. Santiago García se acercaría hasta el coche comprobando al intercambiar unas palabras con los Sres. Gans pudiendo constatar que efectivamente se trataba de una detención. En el coche se llevaron a los dos hermanos Gans, a su madre Doña Matilde y a una doncella (Amalia Gans ya había contraído matrimonio, razón que seguramente explique el hecho de que no se hallara en el hotel). Según el relato, minutos después regresaría el coche, dejando en su domicilio a Doña Matilde y a la doncella.

Santiago García habla con Doña Matilde y la doncella, pero estas no son capaces de indicarle a donde han sido llevados los dos detenidos. Decide entonces, haciendo caso de las instrucciones que daban por radio las autoridades para que fueran estas avisadas en caso de detenciones nocturnas, dar parte del suceso. Telefonea a la comisaría del distrito de Palacio, donde le informan de que esa acera de Princesa corresponde al distrito de Universidad, quedando fuera de su jurisdicción, pero desde la misma comisaría se encargarían de transmitir el aviso a la Dirección General de Seguridad.

Los hermanos Ricardo y Manuel Gans, serían asesinados en los primeros meses de la Guerra Civil, víctimas de la violencia irracional que se adueño de todo el país. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Al cabo de pocos minutos llegó un automóvil con un inspector y tres guardias, que en compañía de Santiago, entran al hotel para hablar con Doña Matilde y la doncella, con la sorpresa de encontrarse con dos de los individuos que habían realizado la detención, que permanecían dentro de la casa registrando las dependencias. Se produjo un intercambio de “impresiones entre el inspector y dichos individuos, mostrándose el primero como algo acobardado ya que les rogaba que no hicieran más detenciones sin contar con la autoridad y que no tomasen ninguna determinación por su cuenta”, tanto el inspector como los individuos tomaron los datos de Santiago Garcia. Este observó como Doña Matilde les rogaba que no hicieran nada a sus hijos y como les decía que les daría lo que le pidieran. Los dos individuos amanazaron al testigo, diciéndole que se marchara a casa y que no se metiera en lo que no le importaba, ya que de lo contrario habría de costarle caro.

En los días siguientes el Sr. Vidal Moya y el Sr. Padrón, abogado y procurador de la empresa respectivamente, realizaron gestiones para conseguir la liberación de los dos hermanos, y al parecer consiguieron localizarlos, dando ciertas esperanzas de que no les iba a pasar nada. Sin embargo el lunes 23 de agosto se tuvo noticia de que los cadáveres de los dos hermanos habían sido hallados en los terrenos de la Ciudad Universitaria, según la identificación que habían realizado algunos empleados de la fábrica.

El golpe militar afectaría a las estructuras básicas del Estado, que tuvo que desplazar a gran parte de los efectivos de la fuerzas de orden público a los diferentes frentes de batalla. Un buen número de civiles armados se erigirían como garantes del orden en la retaguardia, aunque en muchos casos actuaban como auténticos delincuentes y sanguinarios asesinos. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Santiago García fue aconsejado de que no anduviera por las calles por las posibles represalias. Su temores se vieron confirmados cuando el jueves 26 fueron a detenerle, junto a otros empleados de las oficinas. Gracias a la intervención del Consejo Obrero de reciente creación en la fábrica, no fue finalmente detenido. Los encargados de efectuar la detención eran las dos mismas personas que vio en el hotel de los Gans. Más adelante Santiago García se encontraría casualmente con uno de ellos en una pista o carretera que estaban construyendo presos políticos en Peñagrande, al frente de los cuales se encontraba este individuo como vigilante, vestido de uniforme y con graduación de oficial, “sus características eran de estatura regular, fuerte, nariz chata y pelo ondulado, con tipo mal encarado”, mientras que el otro era un “muchacho alto, delgado que por lo visto quería no lo reconocieran pues llevaba una pipa cachimba y creo que unos lentes”. Hasta aquí la declaración de Santiago García Rivera, que ustedes pueden encontrar completa al final de esta crónica.

Por otro lado la fábrica continuaría con su actividad, con las limitaciones que el momento y las circunstancias imponían. El día 18 de agosto, el día después de la detención de los hermanos Gans, es decir el 18 de agosto, los obreros de la fábrica en ausencia de los patronos constituyeron un Consejo Obrero, para continuar con la actividad de la misma. Este Consejo estaría formado por 9 empleados de las diferentes secciones en su origen, aunque al finalizar la guerra solo formarían parte del mismo cinco empleados.

Serían también empleados de la fábrica los que identificarían los cadáveres de Ricardo y Manuel Gans, cuyos cuerpos fueron localizados en la Ciudad Universitaria. Algunos obreros también tendrían que sufrir las detenciones arbitrarias y los interrogatorios, así el día 26 de Agosto serían detenidos en los locales de la empresa tres empleados, consiguiendo librarse de la detención Santiago García, testigo presencial de la detención de los hermanos Gans. En el verano de 1936 trabajaban en la fabrica y las oficinas un total de 115 empleados.

Tramo de la calle Princesa donde se encuentran tanto la Fundición como la residencia de la familia Gans. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El Comité Obrero, trató de localizar donde se encontraban detenidos sus patronos, realizando diversas gestiones para su rescate, las cuales resultaron todas infructuosas. Una de las visitas las realizaron al Radio Comunista del Oeste, sito en la calle San Bernardo. Mientras los miembros del consejo realizaban estas averiguaciones, recibieron noticia de que elementos de la C.N.T que pretendían incautarse de los diarios El Sol y La Voz, se dirigián hacia la Fundición Tipográfica para incautarse de la Casa Richard Gans, “ante esto se procedió a confeccionar un cartel para ser colocado en la puerta diciendo que la casa quedaba incautada por su personal, todo el perteneciente a la UGT, para de esta forma parar el golpe y salvar la casa”.

El Consejo Obrero se legalizó formalmente en el Ministerio de Industria, nombrándose un interventor. Se inventariaron todos los bienes de la empresa con la finalidad de “salvaguardarlos contra cualquier atropello”. El Consejo sería requerido por la Delegación de Industria de Guerra para tomar el control de los talleres y utilizarlos para la fabricación de materiales de guerra, negándose el Consejo a ello, pero aceptando fabricarlos si eran los propios obreros los que dirigían la producción a la vez que custodiaban la maquinaria y propiedades de la casa. Sin embargo a finales de año, al estar la fábrica prácticamente en primera línea de fuego y en una zona muy castigada por los bombardeos indiscriminados, se procedió a trasladar “todo lo que se pudo” con el fin de evitar su destrucción o su saqueo. Las oficinas se trasladarían a la cercana Rodríguez San Pedro nº 38, y el resto del material a diferentes lugares como el Ministerio de Marina o los Nuevos Ministerios. Finalizada la guerra, el 30 de Marzo de 1939, se personó en la fábrica Doña Matilde, que se hizo cargo de la misma.

Fotografía de la Colección Albert Louis Deschamps de la calle Princesa, en la que distinguimos a la derecha la Fundición Tipográfica. La imagen esta tomada en los días inmediatamente posteriores a la entrada de las tropas de Franco en la capital. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Todos estos datos relativos a la constitución del Consejo Obrero y todos los avatares que hubieron de pasar, han sido extraídos de la declaración que el día 2 de Abril de 1939 hicieron los miembros del Consejo Adrián Orgaz Cazorla y Joaquín Gutiérrez Llorente, la cual pueden encontrar integra al final de esta crónica.

Terminada la guerra la fabrica continuaría con su actividad, bajo la supervisión de Doña Matilde y de su hija Amalia, la única de los tres hijos de Richard Gans que continuaba con vida. Amalia Gans Gimeno tendría cuatro hijos: Gerardo, Ricardo, José Antonio y Amalia. Durante muchos años madre e hija, continuarían al frente del negocia, hasta que en 1954 fallecería doña Matilde Gimeno, viuda de Gans.

Esquela de Doña Matilde Gimeno García, esposa de Richard Gans, fallecida en 1954. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Desde ese momento, Amalia Gans quedaría al frente de la fabrica, aunque la actividad de la misma fue disminuyendo lentamente, las nuevas tecnologías de impresión poco a poco acabaron por convertir a los tipos en un recuerdo del pasado, y la fábrica cerraría finalmente sus puertas en 1974, justo un siglo después de que aquel joven y entusiasta emprendedor austriaco, de nombre Richard Gans, llegara a España, donde acabaría creando una las empresas que más ayudaron al desarrollo de las artes gráficas en este país. A pesar del cierre del negocio, la familia Gans disfrutaba de una sólida situación económica, en gran parte debida al tremendo patrimonio inmobiliario que había acumulado Don Ricardo, principalmente en el barrio de Argüelles.

Pasarían los años y Doña Amalia Gans Gimeno fallecería en Abril de 1992, heredando sus hijos todo el patrimonio familiar. El reparto de la herencia, según los testimonios recogidos por la prensa tras el asesinato de Amalia García Gans, haría surgir serias divergencias entre los hermanos, dándose el caso de que alguno de ellos dejaron de hablarse. Al parecer a Doña Amalia García Gans le correspondió en herencia una gran parte de todo el patrimonio familiar.

Esquela de Doña Amalia Gans Gimeno, la única hija de Richard Gans que sobrevivió a la guerra, fallecida en 1992. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).


Según recoge el diario ABC Amalia García Gans era una mujer menuda, no muy alta y de cabello oscuro, austera, seria, reservada y solitaria, Según declaraciones de su hermano Gerardo (que no se hablaba con ella desde hace años y que incluso había abandonado el barrio para no coincidir): “Tenía un sinfín de propiedades, dos coches que no conducía en dos plazas de garaje que no usaba...; pero en la casa, creo que poco. Nunca trabajó y no quería vivir con nadie. Estaba soltera y era la pequeña”. Según los vecinos era una mujer discreta y educada, que “siempre iba arreglada y peinada de peluquería”, aunque era una persona desconfiada y de pocas relaciones sociales. Vivía sola en un amplio piso de 300 metros cuadrados, que ocupaba la totalidad de la cuarta planta de la finca de la calle Gaztambide número 8, un edifico propiedad de la fallecida, al igual que alguno de los adyacentes.

La finca de Gaztambide número ocho, propiedad de Amalia García Gans, en la que sería hallado su cadáver con evidentes signos de violencia. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El pasado día 16 de septiembre los vecinos, que hacía días que no veían a Doña Amalia, alertados por el desagradable olor que salía desde su vivienda decidieron avisar a la policía. Los bomberos abrieron la puerta y encontraron el cuerpo sin vida de la propietaria con evidentes signos de violencia. La mujer había sido inmovilizada con cinta de carrocero, con las manos atadas a la espalda y amordazada: “En el cadáver, aun ensangrentado, y con evidentes signos de descomposición, se apreciaban golpes en la cabeza, según explico su hermano Gerardo tras identificar a la fallecida”. Todavía se desconocen los autores y los motivos de este crimen: “La hipótesis inicial que se baraja es la del robo, dado que la casa estaba totalmente revuelta; aún así no se descartan otros móviles, habida cuenta de las circunstancias en las que se encontraba el cuerpo. La puerta de entrada de la vivienda, que ocupa la cuarta planta en su totalidad, no estaba forzada, por lo que todo apunta a que el autor o autores del crimen sorprendieron a la mujer cuando iba a entrar o salir (junto a ella se encontraba su bolso) o bien que se tratara de alguien conocido”.

Setenta y cinco años después, nuevamente la tragedia se cebaba en la familia de Richard Gans.

Florentino Areneros.

ANEXO DOCUMENTAL

A continuación pueden encontrar los documentos que contienen la declaración de Don Santiago García Ribera, empleado de la Fundición y que la noche del 17 de Agosto de 1936 fue testigo de la detención de la esposa y los hijos de Richard Gans. También los documentos con la declaración de los miembros del Comité Obrero que se harían cargo de la empresa tras el asesinato de los hermanos Gans.

Las declaraciones fueron efectuadas el 30 de Marzo de 1939, y el 2 de Abril de 1939, a las pocas horas de la entrada de las tropas de Franco en la ciudad. Forman parte de los fondos de la Causa General, que se encuentran en el Archivo Histórico Nacional.


DECLARACIÓN DE SANTIAGO GARCIA:







DECLARACIÓN DEL COMITÉ OBRERO: