viernes, 25 de marzo de 2011

LA NOBLE RIVALIDAD TAURINA

La rivalidad entre toreros es tan antigua como la tauromaquia misma. De todas ellas quizá la más conocida fuera la que mantuvieron Belmonte (I) y Joselito (D) el pasado Siglo. (Haga clic en cualquiera de las imágenes para ampliarla).

LA NOBLE RIVALIDAD TAURINA


La rivalidad entre toreros es algo consustancial al toreo mismo. Podemos encontrar múltiples ejemplos, desde sus orígenes con la famosa rivalidad entre Pedro Romero y Pepe Hillo, o la posterior de Cúchares y Paquiro. Aunque quizá la más famosa y mítica de todas fue la que mantuvieron Joselito y Belmonte a comienzos del pasado siglo, o bien la no menos famosa entre Ordoñez y Luis Miguel Dominguín que narrara el propio Hemingway en su libro “Verano Sangriento”. Estos son solo algunos ejemplos de entre muchos, en los que casi siempre imperaba un respeto y admiración mutua entre los rivales, aunque como en todo siempre ha habido excepciones y algún torero ha perdido los papeles.

Otra gran rivalidad en los ruedos se produjo entre Dominguín (izda) y Ordóñez (con camisa blanca), rivalidad que el escritor norteamericano Ernst Hemingway (junto a Ordoñez) plasmo en su libro “Verano Sangriento”. (Revista LIFE).
En el mundo de la guerracivilmaquia y de la Historia, estas rivalidades también se producen y esta semana hemos asistido a un desafortunado ataque por parte de María Teresa Fernández Talaya hacia la persona y obra de nuestro amigo Juan Antonio González Cárceles “Universitario”. No quiero entrar en la polémica suscitada, y espero que Fernández Talaya aclare sus acusaciones con datos o rectifique públicamente, pero si quisiera defender desde estas líneas la figura de ese fenomenal diestro que es “Universitario” que ha dado sobradas muestras, a lo largo de su ya dilatada trayectoria, de profesionalidad, honestidad, rigor, seriedad y buen hacer. Pero lo más paradójico es el hecho de que Fernandez Talaya le haya acusado de “investigación cero” además de ser “poco científico y poco honesto”.

El pasado año María Teresa Fernández Talaya publicó un libro en la editorial británica Amberley de titulo “MADRID, del barrio de Argüelles al Manzanares”, al que me gustaría hacer hoy una crítica constructiva y siempre desde el respeto que caracteriza a nuestra publicación. Quisiera empezar hablando de la editorial Amberley con una línea basada “en rescatar y difundir la memoria fotográfica local o de un determinado tiempo histórico” según recogen en su página web. Para publicar en esta editorial el autor deberá disponer así mismo de “entre 150 y 240 imágenes susceptibles de ser publicadas”, la edición “no conlleva ningún coste para el autor, quien percibirá, por otra parte, un porcentaje anual de remuneración sobre las ventas del libro”. En estas ediciones se prima la fotografía sobre el texto, sin duda un guiño para atraerse al gran público, y debido a su formato tampoco podemos esperar que se realicen exhaustivos estudios históricos.

El libro publicado el pasado año por María Teresa Fernández Talaya en la editorial Amberley.María Teresa Fernández Talaya publicó también hace unos años una muy interesante obra sobre el Real Sitio de la Florida, un gran trabajo de documentación en el que invirtió mucho tiempo de trabajo. Pero sin embargo en el libro a comentar presenta una serie de errores sin duda debidos a una inexplicable falta de investigación, máxime tratándose de una historiadora de su prestigio, además los textos son escasos, ambiguos e insuficientes. A nuestro modesto entender el libro fue realizado apresuradamente tratando de incorporar un buen número de fotografías, la mayoría de ellas procedentes del Archivo Rojo del Ministerio de Cultura, así como del Fondo Santos Yubero del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. El Archivo Rojo fue digitalizado hace unos años y estuvo accesible libremente en Internet con las fotografías tal cual eran y con una resolución aceptable, hasta que no hace mucho decidieron poner manchas de agua en las fotografías, seguramente debido a los abusos que se estaban realizando con el fondo fotográfico, y evitar de este modo su publicación y utilización indiscriminada.