lunes, 25 de julio de 2011

TRES DIAS DE JULIO (II)


El Palacio de los Consejos al final de la calle Mayor, lugar donde el general Fanjul debería hacerse cargo de la 1ª División, aunque posteriormente decidiría dirigirse al Cuartel de la Montaña con mejores características para su defensa. Hagan clic sobre cualquiera de las imágenes para verlas ampliadas en otra pestaña.


TRES DIA DE JULIO (2ª PARTE)

DOMINGO, 19 DE JULIO DE 1936.

(HAGAN CLIC AQUÍ SI NO LEYERON LA PRIMERA PARTE)

Amanece en Madrid y por la radio se anuncia que Diego Martínez Barrio ha formado un nuevo gobierno formado por políticos de partidos republicanos moderados, del cual no forman parte los socialistas. Muchos madrileños se oponen a este nuevo gabinete ya que entienden que se trata de llegar a un arreglo con los sublevados.

Grupos de personas, a pesar de lo avanzado de la hora, comienzan a dirigirse hacia la Puerta del Sol donde se encuentra el Ministerio de la Gobernación, otros lo hacen hacia la Plaza de Cibeles para protestar frente al Ministerio de la Guerra, muchos hacia el Palacio de Oriente. La palabra traición corre de boca en boca, la calle pertenece a los que protestan y se empiezan a ver armas en las manos de alguno de los manifestantes. Las fuerzas de orden público permanecen sin intervenir o incluso se suman a las manifestaciones.

Pedro Rico, alcalde de Madrid y el secretario de su partido, Unión republicana, se dirigen al domicilio de Martínez Barrio tras abandonar el Ayuntamiento a escondidas para nos ser descubiertos por las personas que ocupan las calles. Una vez en su domicilio piden que se le despierte y le comunican la situación en las calles. Martinez Barrio dscuelga el teléfono y pide hablar con el Ministro de Justicia, el señor Blasco Garzón:
- Manolo, di a esos señores que yo ya no soy presidente. Sí, que no puedo presidir un Gobierno cuando el frente Popular se echa a la calle en contra. Diles que ahora mismo voy a dar cuenta al Presidente de la República de que dimito.

El teniente coronel Ernesto Carratalá está al mando del Regimiento núm. 1 de Zapadores del cantón de Carabanchel. Ha recibido una llamada de Enrique Puente, jefe de la “motorizada” informándole del fracaso de Mtnez. Barrio y de que se esta creando otro gobierno con la aquiescencia de los socialistas, comunistas y la CNT. Así como que Prieto ha decidido de que se entreguen armas a las milicias socialistas. Carratalá acuerda con Puente la entrega de unos fusiles a los socialistas de Centro Oeste.

A primera hora de la mañana varios paisanos con un camión llegan al cuartel, mientras el teniente coronel dialoga con ellos, se les acercan varios oficiales, entre ellos los capitanes Becerril, Álvarez Paz y Pelegrí, que le conminan a que no haga entrega de armas a los civiles. Poco a poco se van concentrando más oficiales en el patio del cuartel, pese a que Ernesto Carratalá les había dado permiso y enviado a casa el día anterior. La discusión va subiendo de tono, los oficiales exigen que el teniente Coronel Álvarez de Rementería se haga cargo del batallón. Comienza un forceo y aparecen las pistolas, se escuchan varios disparos y el teniente coronel Ernesto Carratalá cae herido mortalmente.

“Mujeres saludando a los milicianos que regresan de Carabanchel”. (Foto y texto Archivo Rojo Ministerio de Cultura).

Un grupo de doce falangistas de la 4ª Centuria esperan ordenes para entrar en acción en la casa de Carlos Pérez Villaverde en la calle del Almendro, reciben la visita d Gabriel Bustos Plaza, de solo 14 años de edad que hace de enlace con el jefe, Fermín Cogorro. Todos esperan ordenes para dirigirse al cuartel, sin embargo las ordenes son que cada cual se retire a su casa, son ordenes de Gumersindo García el jefe de MiF

Se propaga la noticia de que José Giral ha formado un nuevo gobierno, aunque en realidad es prácticamente el mismo de Martínez Barrio pero sin la presencia de este ni de Sánchez Román. La noticia parece haber calmado los ánimos y las calles después de una noche de agitación comienzan a tranquilizarse. Los guardias de asalto salen del cuartel de Pontejos a patrullar la ciudad en su camionetas, donde han instalado ametralladoras en la parte delantera. La gente les aclama al pasar por la Puerta del Sol y algunos agentes les responden puño en alto. Al lado, en la central telefónica que se ha instalado junto al ministerio para la prensa, los periodistas intercambian opiniones, parece que en Barcelona los anarquistas se están haciendo con el control de la situación, aunque hay dudas de los que ocurre en Sevilla o Zaragoza. Se une al grupo de periodistas David Antona, secretario del Comité Nacional de la CNT, viene de reunirse con el general Pozas en Gobernación, al que ha pedido que libere a los compañeros presos: Teodoro Mora, Cipriano Mera, Buitrago..., si no lo hace el gobierno asaltaran las cárceles.

Don José Giral, al que Azaña encargaría la formación de gobierno tras la dimisión de Martínez Barrio.

El general Joaquín Fanjul y Goñi, se encuentra refugiado en la casa de sus cuñados, los señores de Rodríguez Hernani, en la calle Mayor 86, está desconcertado. Tiene el encargo de apoderarse del mando de la Primera División pero nadie le ha dado ordenes concretas y permanece casi incomunicado con los miembros de la Junta Militar, o lo que es peor, mal comunicado. Hace un par de días en casa del general Villegas, presidente de la Junta Militar, y que se hará cargo del Ministerio de Defensa, se encontró con Saliquet que partía a Valladolid para sublevar aquella división. Parece que ya lo ha hecho, al igual que Mola en Pamplona, o Cabanellas en Zaragoza, y también Queipo en Sevilla. Sin embargo nada sabe de lo que está pasando en Madrid, las noticias que le llegan son contradictorias. Nada se sabe de Miaja, parecía que permanecería neutral pero ayer fue nombrado Ministro de la Guerra. Por su parte, en la división, situada en el Palacio de los Consejos, justo enfrente de donde se encuentra, no sabe si esta bajo el poder de el coronel Peñamaría, afín a la causa, o bien del general Riquelme que ha sido enviado por el gobierno. El coronel Serra esta sublevado en el Cuartel de la Montaña, dadas las características del edificio, es más seguro instalar el puesto de mando allí. Fanjul también se plantea escapar de Madrid hacia Burgos. A media mañana recibe la visita de el teniente Calvo, de la unidad de carros de combate, sobrino del general Villegas que actúa de enlace, el cual le comunica que el asunto esta en marcha y debe presentarse en la División y tomar el mando. Fanjul le hace ver las ventajas de instalar el puesto de mando en el Cuartel de la Montaña, y le pide a Calvo que lo consulte con Villegas.

Fotomontaje publicado en Mundo Gráfico con algunos de los protagonistas del falledo golpe de 1932 que volverían a intentarlo en 1936, entre ellos Sanjurjo, Villegas, Mola, Goded, o los hermanos Primo de Rivera. Hagan clic sobre la imagen para ver el detalle.

Fanjul finalmente recibe el permiso y se desplaza al Cuartel de la Montaña vestido de civil, el general Villegas, presidente de la Junta Militar le ha contestado que puede instalar allí el puesto de mando, y tratará de que el jefe de estado mayor de la división se traslade allí. El general Fanjul se desplaza en compañía del comandante Castillo y de su hijo José Ignacio, que es teniente médico, en un segundo automóvil viajan varios oficiales que le dan escolta. Son las doce y media de la mañana cuando llegan al cuartel, los soldados se cuadran a su entrada. El coronel Moisés Sierra, al mando del Regimiento de Infantería, sale a recibirle.
- ¡Joaquín! ¡Cuánto me alegro de que hayas llegado!
- ¡Moisés! Aquí me tienes...
Se abrazan.
- ¡Señores! Acá tenemos al general Fanjul; todo está resuelto.
- Voy a vestirme el uniforme, uno no puede dar órdenes de paisano. Soy el general en jefe de la Primera División desde este mismo instante.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

En el Ministerio de la Guerra se encuentra el general Castelló que acaba de llegar de Badajoz, requerido para hacerse cargo de la Primera División por Miaja cuando fue nombrado ministro por Martínez Barrio, sin embargo a su llegada a la capital se ha encontrado con que ha sido nombrado ministro. Su primera medida es expulsar a todos los civiles del edificio y tratar de organizar todo el desconcierto reinante. Comienza a revisar la situación a nivel nacional: en Barcelona la balanza parece que se inclina hacia los leales, siendo confusa la situación en el resto de Cataluña. Burgos, Valladolid y Zaragoza parecen perdidas. Valencia y Galicia permanecen bajo el control del gobierno. En Málaga las tropas sublevadas han vuelto a los cuarteles, confusión en Cartagena, Goded ha sublevado Palma. Sevilla y Córdoba parecen estar en manos de los rebeldes. En Navarra se esta formando una columna que será reforzada con unidades de Aragón y Rioja para avanzar rápidamente hacia Madrid, en ese caso se les podrá hacer frente en la sierra por el norte, pero por el sur la situación tampoco está definida, Ciudad Real permanece sin novedad, pero en Albacete y otras plazas hay movimientos sospechosos de la guardia civil. Al general Moscardó se le han solicitado un millón de cartuchos de la fábrica de armas de Toledo y se ha negado a entregarlos. En Cádiz López Pinto y Varela se han sublevado y en el destructor Churruca han llegado regulares de Ceuta, esto es un gran peligro, si se consigue establecer una cabeza de puente en el Estrecho va a ser muy difícil pararles. La Escuadra es determinante, El Cervantes y y el Libertad, navegan por aguas de Cádiz para bloquear el Estrecho, la marinería del Churruca se ha apoderado del barco y se une a ambos. Esto mismo ha ocurrido en otros navíos donde la tropa se ha hecho con el mando, de esta forma la mayor parte de la Escuadra permanece leal, la duda estriba en las eficacia de estas unidades que carecen de mandos cualificados.

El crucero Miguel de Cervantes, una de las unidades de la Armada que permaneció leal a la república y que se encaminó hacia el Estrecho en los primeros momentos del golpe de julio de 1936.

En el Palacio Nacional (Palacio de Oriente) el presidente Azaña habla con el presidente de la Generalitat Lluis Companys: la rebelión en Barcelona ha sido definitivamente sofocada, el general Goded que se había trasladado desde baleares para ponerse al frente del levantamiento ha sido hecho prisionero y ha anunciado la rendición en una alocución radiada.

En la Maestranza y Parque de Artillería de Pacífico se concentra un gran número de civiles, se ha propagado el rumor de que se van a repartir fusiles al pueblo. El teniente coronel don Rodrigo Gil, de ideas izquierdistas, se encuentra al mando del cuartel. Mientras tanto en el Cuartel de la Montaña algunos civiles, falangistas, comienzan a acceder al edificio, donde se les proporcionará uniformes militares.

Una batería al mando del teniente Orad de la Torre se dirige hacia el Cuartel de la Montaña, siendo aclamada a su paso por las calles de Madrid. (Foto Archivo Rojo Ministerio de Cultura).

Desde la Maestranza de Pacífico una batería se dirige por las calles de Madrid hacia el Cuartel de la Montaña, al mando se encuentra el teniente Urbano Orad de la Torre, que ha recibido la orden del teniente coronel Vidal. El paso de la media batería, pues son solo dos cañones Schneider del siete y medio, provoca una espontánea manifestación de júbilo popular al paso por el Paseo del Prado, Alcalá, la Puerta del Sol y la calle Mayor. La caravana llega a la Plaza de España donde se detienen los camiones. Allí Orad de la Torre se encuentra con el teniente Máximo Moreno, uno de los implicados, aunque indirectamente, en la muerte de Calvo Sotelo. También apoyan al cerco que comienza a cerrarse sobre el cuartel dos vehículos blindados. Por las terrazas de los edificios que rodean el cuartel comienzan a situarse guardias de asalto.

Orad de la Torre instala la batería en el centro de la plaza, cerca de la estatua de Cervantes, el teniente coronel Vidal y su hijo andan gestionando unas piezas del quince, que de conseguirlas emplazaran junto a la iglesia de los Carmelitas.

También apoyan al cerco que comienza a cerrarse sobre el cuartel dos vehículos blindados. (Foto Archivo Rojo Ministerio de Cultura).

En Vallecas el teniente coronel Víctor Lacalle ayudado por el suboficial Constantino del Moral, están organizando un batallón de milicias integrado por socialistas y comunistas, con la intención de tomar el cuartel de Vicálvaro o cuando menos evitar que las tropas pudieran salir para enlazar con las de Getafe o bien dirigirse a Madrid. En la casa de Campo el coronel Mangada, de gran prestigio entre sindicalistas y militantes de izquierda prepara otro batallón, al igual que el teniente coronel Marina y los comandantes Fernández Navarro y Aparicio lo hacen en otros lugares de Madrid. En el centro de Madrid y en sus barrios, miles de paisanos ¿veinte, treinta, cuarenta? a estas horas de la noche, bien, regular o mal armados, incluso sin ningún arma, se disponen a la pelea.

Se empiezan a formar batallones con civiles, que se dirigen a diferentes lugares de Madrid, como Vicalvaro, para evitar que maniobrar a los militares sublevados. (Foto Archivo Rojo Ministerio de Cultura).

En el Cuartel de la Montaña el general Fanjul está convencido de que se encuentran aislados. El capitán Betancourt que ha salido varias veces en misión de enlace del cuartel le ha informado de que se mantiene un cerco en toda regla sobre el cuartel. Otros enlaces han salido también y las noticias no son buenas, el capitán Querejeta ha recibido una negativa rotunda por parte del coronel del Regimiento num. 2 de Infantería, y el capitán Alcántara también se ha estrellado en el Regimiento de Carros de Combate, la Guardia Civil de Madrid no se ha sumado al levantamiento. Fanjul no ha conseguido comunicar con Getafe, Vicálvaro y Carabanchel, ni siquiera por medio del heliógrafo. A última hora ha conseguido hablar con el general García de la Herrán en Campamento, este le informa de que a las cuatro de la madrugada saldrá el regimiento de Artllería a caballo, y del Cuartel de la Montaña saldrá a su vez una columna a su encuentro. Fanjul duda de que esto ya sea posible, cree más factible mantenerse a la defensiva en el interior del cuartel, mientras las columnas que sin duda ya avanzan desde Burgos Zaragoza y Pamplona llegan a Madrid. Todo se prepara para la defensa del edificio, se instalan ametralladoras en los tejados, se protegen las aberturas con colchones y chapas metálicas. A caer la noche las luces del cuartel se apagan por precaución, los asediadores han hecho lo mismo con el alumbrado público.

En Carabanchel han sufrido los bombardeos de los aviones de Cuatro Vientos, que se mantienen leales al gobierno. Mientras García de la Herrán visitaba el Grupo de Información y Topografía han bombardeado, resultando muerto un oficial. A estas horas de la noche tres baterías con sus piezas, armones y munición están formadas, preparadas para comenzar a avanzar. Forman parte de una columna formada también por el batallón de Zapadores, con la tropa montada ya en los camiones. Están preparados para dirigirse a Madrid con el fin de unirse a los sublevados, principalmente a los del Cuartel de la Montaña. El general García de la Herrán con los demás jefes ha salido al patio y pasa revista a la columna, viste una guerrera de soldado sobre la que ha improvisado un fajín de general. Ayer se presentó en el cuartel en el camión que lleva el rancho al destacamento de Retamares; lo hizo vestido de paisano y fingiéndose cocinero. Ahora mismo su principal preocupación es la aviación, contra la que no tienen defensas antiaéreas que podrían destrozar la columna con poco esfuerzo. Por ello decide batir el aeródromo de Cuatro Vientos y espera que en Getafe hagan lo mismo, una vez neutralizada la aviación comenzarían el avance. Ya ha advertido al coronel León Trejo de que si no entrega el aeródromo de Cuatro Vientos, lo cañoneará sin descanso. La columna se disuelve a la espera de que la aviación sea neutralizada, varias piezas son colocadas sobre la carretera, van a planchar Cuatro Vientos.

En el Cuartel de la Montaña se saben rodeados, no tienen noticias del resto de fuerzas sublevadas, ni de la situación en el resto del país. Si algún refuerzo se dirigiera hacia allí escucharían los disparos, pero no se oye nada. Pasa la noche.

Florentino Areneros.

LA SAGA DEL CUARTEL DE LA MONTAÑA:

TRES DIAS DE JULIO: 18 JULIO 1936

El historiador y escritor Luis Romero escribiría un libro fundamental para conocer los acontecimientos que tuvieron lugar en España los días 18, 19 y 20 de Julio de 1936 de título "Tres Dias de Julio", de un gran valor no solamente histórico, si no también narrativo. A partir de este libro hemos reproducido los acontecimientos que tuvieron lugar en Madrid en esos tres días, dedicando una crónica a cada uno de ellos.

En esta primera crónica se narran los preparativos de los militares en la capital, así como las medidas que el Gobierno y el Presidente de la República van tomando según avanza una jornada caracterizada por la confusión. Por su parte las fuerzas políticas pertenecientes al Frente Popular empiezan también a movilizarse, al igual que las organizaciones obreras y sindicales.

TRES DIAS DE JULIO: 19 JULIO 1936

Segunda entrega basada en el libro Tres Días de Julio de Luis Romero sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en la capital española los días 18, 19 y 20 de julio de 1936.

En esta entrega vemos como Martínez Barrio rechaza formar gobierno, responsabilidad que recae en José Giral que viendo como se desarrollan los acontecimientos decidirá armar al pueblo. Ese mismo día el general Fanjul se presentará en el Cuartel de la Montaña para hacerse cargo del mando de los sublevados allí concentrados. Sobre este cuartel comienza a estrecharse el cerco y los leales al Gobierno impiden cualquier intento de salida de los allí concentrados. Mientras tanto en los cuarteles de Campamento no se consigue organizar una columna que se dirija hacia Madrid.

TRES DIAS DE JULIO: 20 JULIO 1936

Tercera entrega basada en el libro Tres Días de Julio de Luis Romero. En esta crónica se repasan los acontecimientos que tuvieron lugar en el madrileño Cuartel de la Montaña, lugar donde se habían hecho fuertes los sublevados al mando del general Fanjul.

Podremos seguir los preparativos del asalto, como se intentó negociar, los combates, como fue el asalto, los participantes y muchos datos más. Así como la matanza que tras la toma tuvo lugar entre los muros del cuartel. Esta crónica sirve como desenlace de las dos anteriores y está acompañada de un buen número de fotografías comentadas muchas de ellas con textos del propio Luis Romero.

VIDA Y MUERTE DEL TENIENTE MÁXIMO MORENO

Máximo Moreno era teniente de la Guardia de Asalto en julio de 1936. Estuvo encarcelado desde octubre de 1934 recuperando la libertad tras la victoria del frente Popular en febrero de 1936. El teniente Moreno formaba parte del grupo que secuestro y asesinó al diputado Calvo Sotelo, y pocos días más tarde participaría activamente en la toma del Cuartel de la Montaña, como se puede comprobar en alguna fotografía gracias a la sagacidad de nuestra lectora y amiga Inés Tremis.
Tras la toma del cuartel, Máximo Moreno estuvo combatiendo en varios frentes, hasta su incorporación manejando una ametralladora en un bombardero Potez-54 de nombre "Aquí te espero". A bordo de el participaría en varias acciones, entre ellas el bombardeo del crucero Canarias en aguas gallegas. El avión sería derribado a finales de Septiembre falleciendo en circunstancias singulares. Gracias a documentación enviada por Inés Tremis sabemos que tras su la guerra, las fotos de su entierro serían utilizadas en la Causa General dentro del expediente del asesinato de Calvo Sotelo.

VIDA Y MUERTE DEL COMANDANTE JOSÉ BRETAÑO

El comandante José Bretaño Ramos es uno de esos personajes anónimos y secundarios de los que poco se habla en los libros de historia. En julio de 1936 se encontraba destinado en el cuartel de la Guardia Civil de la calle Guzmán el Bueno de Madrid, de donde partiría el día 20 al mando de dos compañías para reducir a los sublevados del Cuartel de la Montaña, como acredita su aparición en muchas de las fotos que se conservan de aquel acontecimiento, siendo tratado como un héroe tras la toma del cuartel. Sin embargo poco más de un mes de aquello sería encarcelado y moriría ejecutado en las tapias del cementerio del Este en noviembre de ese año.

En esta crónica repasamos brevemente lo poco que se conoce de su biografía, y de los procesos que contra el se siguieron a partir de algunos documentos que hemos conseguido rescatar. No se pierdan las serie de comentarios de nuestros lectores que pueden encontrar a continuación de esta crónica, donde destacan las intervenciones de esas dos primeras figuras de la guerracivilmaquia: El Rufián Melancólico y Bremaneur.

CUANDO TE HABLA LA HISTORIA

Desde hace ya unos cuantos años la asociación Gefrema organiza una ruta coincidiendo con el aniversario de los acontecimientos que tuvieron lugar en Madrid en el verano de 1936, concretamente el asalto al Cuartel de la Montaña ubicado donde ahora se encuentra el templo de Debod.

Los que asisten a este evento, tienen el privilegio de poder oír narrar el relato de aquellos acontecimientos a Don Bibiano Morcillo, que en aquellas fechas se encontraba en el interior del cuartel cumpliendo el servicio militar y fue testigo y protagonista de aquel episodio histórico. A pesar de su avanzada edad Don Bibiano compone una narración insustituible, emocionada y por momentos épica de todo lo que sucedió aquel día. Una experiencia impagable para cualquier aficionado a la historia.

UN TORERO EN EL CUARTEL DE LA MONTAÑA

Durante el año de 2011 dedicamos un conjunto de crónicas a los acontecimientos que tuvieron lugar en el madrileño Cuartel de la Montaña en julio de 1936 al cumplirse el 75 aniversario de aquel episodio, crónicas en la que repasábamos como acontecieron aquellos hechos, a la vez que nos centrábamos en alguno de sus protagonistas.

Entre aquellos protagonistas se encontraba un modesto torero, “El Peluchi”, que una vez finalizada la guerra sería reconocido en una de las fotos publicadas del asalto al cuartel, motivo por el cual sería encausado. A partir de su declaración a las autoridades franquistas, seguimos los pasos de este singular personaje durante la madrugada y la mañana del 20 de julio de 1936 en que tuvo lugar el asalto.

UN PERIODISTA EN EL CUARTEL DE LA MONTAÑA

Al igual que en la anterior crónica, en esta partimos de una fotografía en la cual encontramos a un periodista que hemos conseguido identificar con la ayuda de nuestros lectores como el sevillano Juan González Olmedilla, redactor del popular periódico El Heraldo de Madrid.

González Olmedilla tuvo un papel protagonista en los momentos previos al asalto al cuartel, y posteriormente junto con otros compañeros sería uno de los fundadores de las Milicias de la Prensa, un grupo muy activo en la defensa de la República durante los momentos posteriores al golpe militar de Julio del 36. Pese a todo ello a mediados de 1937 encontramos a Olmedilla exiliado en Argentina, ¿qué ocurrió en este tiempo?.


PRESENCIA MILITAR EN MADRID

En este año de 2012 el Centro Cultural de los Ejércitos ha organizado una serie de conferencias en colaboración con el Instituto de Estudios Madrileños donde se repasa la relación de Madrid con los ejércitos a los largo de la historia, en diferente ámbitos, prestando una especial atención a la arquitectura, o más concretamente a diferentes edificios militares madrileños.

En esta ocasión la conferencia estaba centrada en uno de los edificios más queridos en esta redacción, aunque desapareciera al finalizar la guerra: el Cuartel de la Montaña. La ponente era María Teresa Fernández Talaya, una historiadora que ha dedicado gran parte de su trabajo a la historia del barrio de la Moncloa, en algunas ocasiones con gran brillantez, aunque en este caso concreto fuimos un tanto críticos con su labor, sobre todo en la parte relacionada con los acontecimientos que tuvieron lugar en aquel recinto durante el transcurso de la Guerra Civil.