viernes, 29 de junio de 2012

PALAMÓS, MADRID Y LONDRES


Al igual que Madrid durante la Guerra Civil, Londres sufriría intensos bombardeos durante la II Guerra Mundial. En ambas ciudades podemos encontrar señales de aquellos acontecimientos, como en esta fachada del Victoria & Albert Mueum londinense. FOTO JAZ. (Haga clic en cualquiera de la imágenes para verlas ampliadas, al final de la crónica pueden encontrar un especial fotográfico de la presencia de la tauromaquia y de España en la capital británica).

PALAMÓS, MADRID Y LONDRES

Nuestra anterior crónica de título “EL MISTERIO DEL CLAUSTRO DE PALAMÓS” estaba dedicada al “redescubrimiento” de un claustro románico en una exclusiva finca de Palamós (Gerona). En aquel artículo conocíamos un poco de la larga y misteriosa historia de aquel claustro, del que a día de hoy todavía no se conoce su origen. También veíamos en aquella crónica como parte del conjunto había desaparecido, así como que bastantes de los elementos que componen el conjunto presentaban un notable y preocupante deterioro, en muchos casos irreversible, causado seguramente por una combinación de diversos factores como el agua del riego, lo salobre del ambiente, la humedad, el intenso viento, etc. Tras escribir aquella crónica no conocemos todavía ningún medio que se haya hecho eco de estas desapariciones y este notable deterioro, confiemos en que esta advertencia no caiga en saco roto.




Algunos de los elementos del claustro románico de Palamós han desaparecido y otros han sufrido un notable deterioro, en algunos casos irreversible, durante los últimos 50 años. La poca importancia o la dejación respecto a los elementos patrimoniales comunes en determinados momentos, puede provocar pérdidas irrecuperables en el futuro. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

En aquella crónica, también conocíamos de la existencia de varios personajes que desempeñaban un papel principal en toda la historia: el norteamericano Arthur Byne, un arquitecto que ejercía de marchante de arte en España, y el anticuario zamorano Ignacio Martinez, que hacía labores de testaferro del primero. Byne tenía una excelente relación comercial con el magnate norteamericano Randolph Hearst al que había vendido un buen número de obras de arte y elementos patrimoniales españoles, incluyendo algún monasterio que serían trasladados a los Estados Unidos piedra a piedra.

La iglesia románica de Fuentidueña (Segovia) seria desmontada piedra a piedra, previamente numeradas, y trasladada a los Estados Unidos donde se puede contemplar en la actualidad. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero el caso de Byne y Hearst no es un ejemplo suelto, durante el comienzo del pasado siglo, pero sobre todo durante el siglo XIX, lo que podríamos denominar expolio artístico y patrimonial amparado en un nebuloso entramado legal (las leyes las hacían las potencias coloniales), era política común tanto a nivel de estados, como de particulares. Si visitamos los principales museos de las antiguas potencias coloniales o económicas de ese periodo (Reino Unido, Francia, Alemania o Estados Unidos, entre otras) podemos contemplar innumerables objetos, e incluso edificios completos o elementos arquitectónicos de gran tamaño, que han sido sacados de su lugar de origen para ser mostrados en algún museo de un lejano país, o como ornamento de alguna plaza o conjunto. En una visita al Louvre de París podemos encontrar objetos de incalculable valor procedentes de los más diversos lugares, épocas y culturas, o incluso contemplar en sus calles algún obelisco egipcio. Nos pasaría lo mismo en otras capitales y en sus museos, o incluso en las residencias de personajes acaudalados como las del propio Hearst. Pero de entre todas las naciones seguramente la palma se la lleve el Reino Unido, la mayor potencia militar y económica de ese periodo, y su capital Londres.

Durante el siglo XIX era política común de las potencias coloniales europeas el acaparar elementos patrimoniales de sus posesiones en la metrópoli. Un ejemplo lo tenemos en este obelisco egipcio de Luxor, que podemos contemplar en la Plaza de la Concordia de Paris. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Durante décadas los súbditos de su Graciosa Majestad pusieron un gran empeño en recolectar las más variadas piezas de los más diversos lugares, de tal manera que en la actualidad podemos encontrar en la ciudad del Támesis objetos de prácticamente la mayoría de culturas que en el mundo han existido a lo largo de todas las épocas. Si visItamos los diferentes museos de la capital británica, en muchos de ellos podremos contemplar esos objetos de todas las partes del planeta, desde muy pequeños hasta gigantescas partes de edificios, pasando por joyas, pinturas, esculturas, libros, etc,etc,… Y si hay un museo entre todos que destaque por este concepto ese el British Museum, en donde podemos encontrar un auténtico catalogo de piezas excepcionales, por su valor tanto artístico o histórico, así como sentimental, destacando quizá entre todos ellos los frisos del Partenón de Atenas, largamente reclamados por las autoridades griegas pero sin obtener ningún resultado. Durante mucho tiempo los británicos han sido considerados como auténticos piratas, los más aplicados de todos, y seguramente no le falte parte de razón a esa afirmación, pero como decíamos anteriormente, la potencia que esté libre de pecado de expolio que tire la primera piedra.

El Museo Británico de Londres atesora un buen número de elementos patrimoniales trasladados desde los lugares más diversos del mundo. Seguramente los más simbólicos de todos ellos sean los frisos del Partenón de Atenas, que se exhiben en una sala de este museo. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero si el British Museum es un museo con objetos procedentes de un expolio institucional, es decir, realizado con la garantía del estado, en Londres encontramos otro museo pero este hecho poquito a poco, tacita a tacita, con objetos por lo general de menor entidad que los del British, pero con un enorme valor también. Este museo responde más a lo que pudiéramos considerar como la obra de un coleccionista, a la que se fueron uniendo otras colecciones y objetos, hasta llegar a reunir un impresionante conjunto de piezas de los más diversos orígenes y procedencias. Paseando por sus salas y viendo sus colecciones se intuye detrás la mano de muchos marchantes como nuestro Arthur Byne, el principal proveedor de Hearst, personajes anónimos que se movían en la sombra, prácticamente en un ambiente de semiclandestinidad apoyados por otros personajes que les hacían de testaferros y colaboradores, como el enigmático Ignacio Martínez. Seguramente debieron existir centenares de personas como Byne y Martínez por todo el mundo, que aprovechándose de la ignorancia, así como de la avaricia de algunas personas, sin olvidar en muchos casos la connivencia de las autoridades seguramente a cambio de alguna jugosa recompensa, conseguirían hacerse con innumerables piezas, que como el claustro de Palamós acabarían en manos de particulares.

Otro de los museos londinenses donde podemos contemplar piezas de las más diversas procedencias, es el Victoria & Albert Museum. En sus colecciones encontramos objetos de todas las épocas y localizaciones a lo largo de todo el mundo. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Nos estamos refiriendo al Victoria & Albert Museum(The Victoria and Albert Museum, National Museum of Art and Design), denominado así en honor a la reina Victoria y su esposo Alberto, una institución creada en 1852 y que es en la actualidad el mayor museo del mundo relacionado con las artes decorativas. Posee este museo un conjunto excepcional de colecciones que atesoran un total más de cuatro millones de piezas procedentes de todo el mundo, entre ellas muchas que tienen su origen en España. El museo se ubica en un edificio de enormes dimensiones (algo común en Londres, donde parece que la arquitectura de la ciudad está pensada para reflejar la grandeza del Imperio de la que era capital) de estilo victoriano. Y es en una de las fachadas de este impresionante edificio donde visitando el lugar hace unos meses nos fijamos en una serie de impactos causados por alguno de los intensos bombardeos de la aviación alemana que sufrió la ciudad durante la II Guerra Mundial. Como no podía ser de otra forma, inmediatamente nos vino a la cabeza la cantidad de lugares similares que podemos encontrar en Madrid, y otra serie de similitudes que podemos establecer entre ambas ciudades en cuanto a las consecuencias de la guerra que las dos tuvieron que padecer con unos pocos meses de distancia.

Uno de los lugares de Londres donde se pueden contemplar los efectos de los bombardeos sobre la ciudad durante la IIGM es el Victoria & Albert Museum, estas señales no solo no se han restaurado, si no que se mantienen y se explican, como elementos que forman parte de la Historia de la ciudad. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Madrid sería la primera gran ciudad en todo el mundo que sufriría los efectos de los bombardeos aéreos indiscriminados, una nueva táctica que tiene la finalidad principal de quebrantar la moral de la población en la retaguardia y debilitando de esa forma la voluntad de resistencia. A finales de octubre de 1936 comenzarán los bombardeos sobre Madrid, una ciudad indefensa ante este tipo de ataques hasta la llegada de los primeros cazas soviéticos en noviembre. Los efectos de los bombardeos, que no buscan ningún objetivo militar, van a ser demoledores sobre la ciudad, provocando a su vez un elevado número de victimas entre la población civil.

Haga clic en la imagen para ir a la página de Madrid en Guerra.

La tragedia y la destrucción van a hermanar a estas dos ciudades, y las escenas vividas en Madrid se repetirían de nuevo en la capital británica. De la vida bajo las bombas en ambas ciudades se conservan numerosas fotografías, por las que podemos comprobar que la destrucción y la barbarie no entienden de fronteras. Sin embargo como podemos apreciar en las fotografías de la fachada del Victoria & Albert Museum, en el Reino Unido las huellas que quedaron de aquel conflicto no solamente se conservan, si no que se muestran y explican como parte de la Historia del país, en España y concretamente en Madrid, por el contrario de entre los numerosos ejemplos que podemos encontrar a lo largo de la ciudad, ninguno de ellos está señalado como tal, incluso muchos de ellos han sido borrados o disimulados.

Un ejemplo palpable de esto que les decimos es el caso del Cabinet War Rooms, un museo en pleno centro de Londres frente a St. James Park. Este museo, que forma parte del Imperial War Museum, se encuentra ubicado en las mismas estancias desde las que Winston Churchill y sus colaboradores dirigían los destinos de la nación y el desarrollo de la guerra mientras Londres era bombardeado. Se trata de un refugio subterráneo habilitado como puesto de mando, que en la actualidad está acondicionado como lo estuvo durante la guerra, recibiendo centenares de visitas al día de personas deseosas de conocer parte de la historia de la ciudad.

En pleno centro de Londres, en Horse Guard Road, muy cercano al parlamento, se conserva lo que fue el refugio subterráneo desde donde el gobierno británico dirigía a la nación durante los bombardeos, “The Churchill War Rooms”. En la actualidad se conservan estas instalaciones perfectamente acondicionadas y que pueden ser visitadas formando parte del Imperial War Museum. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

En Madrid tenemos una instalación equivalente en el incomparable marco del parque de El Capricho, donde se encontraba el puesto de mando, o cuartel general, del Ejercito del Centro, lo que se conoce popularmente como el Bunker del general Miaja. El palacio del Capricho fue el lugar elegido para ubicar este puesto de mando, y en los jardines se construyó un espectacular bunker subterráneo desde donde poder dirigir las operaciones en el caso de que fueran atacados. Este refugio se construyo con las mayores medidas de seguridad de la época, incluyendo defensas para la guerra química (duchas, puertas de submarino herméticas, aireadores,...), y estuvo prestando servicio desde su construcción hasta el final de la contienda, siendo uno de los lugares clave en los sucesos que tuvieron lugar en Madrid tras el golpe del coronel Casado.

El general Miaja, máximo responsable de la Defensa de Madrid durante un periodo de la Guerra Civil, posa en las escaleras del palacio de El Capricho, donde estaba ubicado su cuartel general, que contaba con un bunker de grandes dimensiones especialmente preparado para evitar los bombardeos aéreos enemigos. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero contrariamente a lo que ocurre en la capital británica, esta instalación esta prácticamente abandonada, cerrada a cal y canto y sin poder ser visitada, salvo en ocasiones excepcionales. El inexorable paso del tiempo, las humedades y otros agentes, unido todo ello a la falta de mantenimiento, van degradando poco a poco este espacio histórico, llevando a algunos de sus elementos a un deterioro en algunos casos irreversible. En un espacio como El Capricho, que recibe centenares de visitas, el refugio podría ser una atracción más de este lugar privilegiado, seguramente serían muchas las personas que estarían encantadas de poder visitarlo, acondicionar el lugar para convertirlo en un espacio divulgativo, al igual que se ha hecho en Londres, sería un gran acierto por parte de las autoridades que gestionan este parque y el éxito estaría asegurado.

Fotografía en la que vemos la fachada principal del palacio de El Capricho y junto a el mismo la entrada al bunker que se construyo para albergar al estado mayor del ejercito del centro republicano. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).
En la actualidad el bunker subterraneo de El Capricho se encuentra en un estado de semiabandono y presenta un lamentable deterioro que puede acabar siendo irreversible si no se adopta ninguna medida. Este refugio se podría acondicionar constituyendo un atractivo turístico más de este emblemático rincón madrileño. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Aunque en la actualidad el tratamiento que se da al recuerdo de la guerra es diferente en ambos países, las similitudes durante las guerras que asolaron a las dos ciudades son evidentes, la destrucción, los bombardeos, el dolor, la muerte, la lucha por la supervivencia fueron similares en ambas, como podemos comprobar observando fotografías de las dos ciudades en esos periodos:

MADRID
LONDRES

MADRID

LONDRES

MADRID

LONDRES

Tanto en el Reino Unido como en Francia, por citar algunos ejemplos, los restos arquitectónicos y patrimoniales asociados a la II Guerra Mundial, son conservados y protegidos, asegurando su preservación para las futuras generaciones. Sin embargo en España no existe una voluntad firme de conservarlos, y son muchos los casos que conocemos en los que partes importantes de ese patrimonio de todos han desaparecido para siempre, y en otros casos se encuentran abandonados a su suerte, sin ningún tipo de protección o ni si quiera catalogación, y si no se pone remedio acabarán desapareciendo de manera irremediable.

Fotografía en la que observamos dos fortines de la Guerra Civil que se conservan en la madrileña Casa de Campo, junto a la Puerta del Dante. Cercano a ellos se encontraba otro fortín ya desaparecido, al igual que otros muchos a lo largo de la geografía madrileña o española. Sería necesario algún tipo de actuación que evitara más pérdidas irreversibles de este patrimonio común. FOTO JAZ. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El misterioso claustro de Palamós, o los numerosos ejemplos del patrimonio español repartido por todo el mundo, como hemos visto en el caso de Hearst o el Victoria Albert Museum, nos hacen ver la importancia de la conservación del patrimonio histórico de todos. En su momento alguien no dio valor a aquellas piedras, o aquellas ruinas, o a aquella talla antigua y estropeada, y hoy, cuando nos damos cuenta de su verdadero valor ya es demasiado tarde para recuperarlo. Confiemos en que no ocurra lo mismo con los restos de la Guerra Civil que todavía se conservan, y que como mínimo se promulgue una figura legal a nivel nacional, que aglutine y proteja a todo este legado.

Florentino Areneros.

ESPECIAL TAUROMAQUIA Y
PRESENCIA ESPAÑOLA EN LONDRES.


TODAS LAS FOTOGRAFÍAS DE ESTE ESPECIAL FUERON TOMADAS EN LONDRES EN JUNIO DEL PASADO AÑO POR NUESTRO REPORTERO DE CABECERA FOTO JAZ. HAGA CLIC EN CUALQUIERA DE LAS MISMAS PARA VERLA AMPLIADA.

En el londinense Hyde Park encontramos el Albert Memorial, un monumento erigido en memoria del esposo de su graciosa majestad la Reina Victoria, en el mismo diferentes grupos escultóricos representan a los diferentes continentes, y en el de Europa se ha elegido como figura central a este imponente morlaco, algún día hablaremos de ello. ¡¡¡Que arte tienen estos británicos!!!.

Dos imágenes la mítica tienda de libros de viajes y mapa Stanfords, fundada en 1853, en Long Acre en el barrio de Covent Garden londinense. En el escaparate distinguimos al inconfundible toro del Guernica de Picasso y junto al mismo la inconfundible silueta del Toro de Osborne.

En la mismísima Regent Street, a dos pasos de Piccadilly Circus, nos encontramos con este bar (bueno un híbrido entre un burger y una tasca) presidido por una imponente foto de morlacos en la dehesa.

En el centro comercial de Westfield encontramos otro auténtico monumento gastronómico que hace saltar las lagrimas a cualquier nativo hispano ante la visión de ese muestrario de jamones, después de padecer una semana a base de fish and chips, o purrusaldas similares. El nombre lo dice todo “TAPAS REVOLUTION”.

En Great Newport Street vemos ondear banderas españolas, lo que no consiguió la Armada Invencible lo han conseguido las tapas.

Aunque los yayoflautas comienzan a actuar en España, en Londres ya llevan más de un año de acción, como podemos ver en estas instantáneas tomadas frente al parlamento de Westminster hace ahora un año.

Terminamos con una imagen de la sede de las denostadas cajas de ahorros españolas, que pese a todo tienen sede en Londres, ni más ni menos que en la misma Plaza de Waterloo. En esta impresionante instantánea, vemos un automóvil con una carpetovetónica y retadora matrícula “QUE 1”, al que un guardia urbano le esta poniendo una receta por su atrevimiento al estacionar. No sé si en Londres funcionará el copago con las recetas, pero me temo que esta aumentaría el ya de por sí abultado déficit de las cajas españolas.

Florentino Areneros.


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viernes, 22 de junio de 2012

EL MISTERIO DEL CLAUSTRO DE PALAMÓS

Fotografía del claustro recientemente “descubierto” en Palamós cuando se encontraba montado en la Ciudad Lineal de Madrid. El hombre que aparece en la fotografía seguramente sea el anticuario zamorano Ignacio Martínez, tras el podemos observar como la tapia ha sido recrecida para evitar miradas incómodas. (Haga clic en cualquiera de las imágenes para verlas ampliadas).

EL MISTERIO DEL CLAUSTRO DE PALAMÓS

Hace unas semanas la prensa informaba de la aparición de un claustro románico en un excelente estado de conservación, rodeando a una piscina, en una lujosa finca particular de Palamós, Gerona. La noticia era de por si sorprendente, pero a medida que se fueron conociendo más datos sobre el origen, el interés y la intriga se fueron acrecentando y a la hora de redactar estas líneas todavía no conocemos el desenlace de esta apasionante historia. Desde Sol y Moscas aprovecharemos esta noticia para hablar un poco de patrimonio y un poco de la Guerra Civil, y también aportaremos nuestro pequeño granito de arena a esta investigación con la publicación de unas fotografías del claustro(*) de indudable interés que nos ha aportado nuestra insigne colaboradora Inés Tremis, una maestra consagrada en las lides de la guerracivilmaquia, dándonos muestras una vez más, y ya son muchas, de su inconmensurable talento y valía en todos los ámbitos de este noble arte.

Comenzaba este “culebrón” con una noticia publicada en El País el 4 de junio de título “Un claustro románico en la piscina”, en la que se daba cuenta de la existencia de un claustro románico en una lujosa finca de Palamós. Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Gerona, gracias a una revista de decoración francesa(AD), conoce de la existencia del claustro. Tras seguirle la pista descubre que fue traído y montado en 1959, tras ser adquirido por el abuelo del actual propietario en Madrid. Este descubrimiento hace que diversos organismos y particulares inicien gestiones para tratar de conseguir más información sobre el monumento, determinar su origen y de que forma llegó hasta allí, así como protegerlo en caso necesario.

Vista del claustro instalado en Palamós en la actualidad. En primer plano aparece uno de los capiteles en el que podemos observar el notable deterioro que ha sufrido seguramente producido por la acción del riego, la humedad y la salobridad de un ambiente cercano al mar, entre otras causas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

La noticia tuvo gran repercusión, entre otras cosas debido al hecho de que un monumento cuyo origen más probable fuera Castilla estuviera en Cataluña,y muchos medios se hicieron eco de la misma. Este revuelo hizo intervenir a las diferentes administraciones (central, autonómica y municipal) y también provocó que los propietarios de la finca, programaran una visita al claustro para estudiosos y prensa en general. A partir de ese momento comienzan a aparecer diferentes informaciones, datos e hipótesis, relacionadas con el misterioso claustro, que vamos a tratar de resumirles aquí.

La finca es propiedad de Kurt Alexander Engelhorn y de su esposa Carmen, y fue adquirida por su tío Hans Engelhorn en 1953 al doctor Soler i Roig. Hans Engelhorn era hermano de Curt Glover Engelhorn, el padre del actual propietario, y ambos eran bisnietos de Friedrich Engelhorn, fundador de la empresa química BASF ( Badische Anilin & Soda Fabrik), ademas de ser propietarios de la farmacéutica Boehringer(1). En 1933 los hermanos Engelhorn deciden crear una sociedad española y además de preparar y empaquetar analgésicos, sulfamidas y hormonas, Boehringer tenía un negocio comercial, Exclusivas Farmacéuticas Uda, y representaba en España a la firma de material fotográfico Perutz. En su breve actividad anterior a la guerra, la filial incrementó sus ventas y generó grandes beneficios. Hans Engelhorn se trasladó a Barcelona en calidad de principal accionista y gerente(2).

En la Alemania de entreguerras nacería la IG-Farben un gigante que aglutinaría a las mayores empresas químicas del país, entre ellas Basf, propiedad de la familia Hengelhorn. En la fotografía contemplamos el gigantesco edificio construido en 1931 para albergar la sede central en Frankfurt. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Desde este momento hasta pasadas la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, no encontramos más referencias de los Engelhorn, hasta los años 50, cuando Hans se hace con la finca. Sin embargo el periodista y escritor Eric Frattini (3) en sus investigaciones sobre los nazis refugiados en España tras la II Guerra Mundial, si que localiza a un Hans Engelhorn en Barcelona. En agosto de 1944 cinco magnates de la industria alemana, entre ellos Georg von Schnitzler presidente de la IG-Farben, crean la organización ODESSA con la finalidad de facilitar la evasión de antiguos miembros de las SS, según Frattini “ODESSA envía a España a Carlos Fuldner, capitán de la SS y de madre argentina y padre alemán, para que se ocupe de las líneas de evasión a través de nuestro país. El centro de reunión de los nazis en España era el famoso restaurante Horcher, propiedad de Otto Horcher, un colaborador del espionaje nazi en la capital española... La organización ODESSA sería financiada en España por los cargamentos de oro que el Reichbank entregó al gobierno de Franco desde 1943. En mayo de 1943 comenzaron a pasar camiones por el paso fronterizo de CANFRANC (HUESCA) cargados de lingotes de oro. Los camiones pertenecían a la empresa AUTO TRANSIT de Bilbao, con sede en el número 9 de la calle Buenos Aires. Esta empresa trabajaba para firmas suizas. La agencia de aduanas HIJOS DE JUSTO ESTÉLLEZ se ocuparon del papeleo.”. Entre los antiguos miembros de las SS que permanecerían en nuestro pais, Fratini señala a “HANS ENGELHORN Oficial de la SS. Vivía en el número 101 de la calle Muntaner de Barcelona.”. ¿Se trata del mismo Hans Engelhorn de nuestro claustro?, o ¿es simplemente una casualidad en los nombres?. Casi con toda probabilidad se trate de dos personas diferentes, ya que es extraño que Frattini no relacione a este Hans Engelhorn con la empresa química BASF, ya que esta empresa era una de las que formaban el conglomerado IG-Farben, junto con otras como Bayern, AGFA o Hoechst. IG-Farben tenía la patente del insecticida Zyclon-B utilizado en las cámaras de gas de los campos de concentración, llegando esta empresa a tener su propio campo de concentración en Auschwitz III (Buna - Monowitz) donde utilizaba como mano de obra a los prisioneros judíos (4). Finalizada la II Guerra Mundial los directivos de estas empresas serían juzgados dentro de los juicios de Nuremberg, siendo sentenciados 13 de ellos a penas de entre uno y ocho años de prisión, volviendo muchos de ellos a ocupar sus anteriores cargos en las empresas matrices otra vez durante la postguerra. Tampoco hay que descartar la posibilidad de que Frattini se equivoque, y que aunque sean la misma persona, en realidad Hans Engelhorn no tenga ninguna relación ni con las SS, ni con las actividades de IG-Farben durante la guerra. Engelhorn es un apellido común en Alemania, al igual que el nombre Hans y así por ejemplo encontramos otro Engelhorn (Karl-Heinz ), teniente de estado mayor, que sería ejecutado en 1944 por participar en un complot para asesinar a Hitler.

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Pero volvamos ahora a los años 50, por aquella época Hans Engelhorn es un asiduo de la Costa Brava, donde se le suele ver en compañía de personas relacionadas con el mundo artístico, entre ellos coleccionistas y pintores. Uno de ellos, Francisco García Vilella, le aconsejó comprar la finca del Mas del Vent de Palamós, y le animó a decorarlo con un claustro que entonces estaba en manos de un anticuario de Madrid. Algo que haría finalmente en 1958, cuando sería montado en la finca como atestiguan las fotografías conservadas en el archivo municipal de Palamós. Poco tiempo tendría Hans Engelhorn para disfrutar de este excepcional conjunto, dado que fallecería pocos meses después en 1960. En la actualidad los Engelhorn son una de las 150 mayores fortunas del planeta según la revista Forbes.

Fotografía del Archivo Municipal de Palamós publicada por El País, donde vemos las tareas de montaje del claustro en la finca de Mas del Vent. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

La historia del claustro, también esta repleta de interrogantes, desde su origen (desconocido en el momento de escribir estas líneas) hasta el itinerario que siguió terminando en Gerona. Afortunadamente, tras la publicación de la noticia han ido apareciendo muchos datos y diferentes testimonios que nos ayudan a reconstruir lo que realmente ocurrió, aunque como digo todavía nos quedan muchas incógnitas por desvelar. Entre todo los que se ha publicado hasta el momento quiero destacar el impresionante trabajo realizado por ese gran maestro que es Ricardo Marquez “Cani” (a quien ya dedicamos una crónica hace unas semanas) en su incomparable blog Historias Matritenses, donde en dos artículos memorables (clic aquí para ir a la primera parte o clic aquí para ir a la segunda parte) nos desvela como fue el paso del claustro por Madrid, concretamente su estancia en un solar de la calle Ángel Muñoz en la madrileña Ciudad Lineal, que el autor tan bien conoce.

Fotografía aérea tomada en 1944 publicada en el blog Historias Matritenses donde se aprecia el claustro montado en una finca de la calle Ángel Muñoz. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Tras el origen de la aparición del claustro, se encuentra el anticuario zamorano Ignacio Martínez Martínez, que en 1928 ya estaba domiciliado en la calle Ángel Muñoz, según las investigaciones de Ricardo Márquez. Siguiendo con los datos aportados por Márquez, sabemos que ya compró un convento en 1930 en Calera de León, Badajoz, cuyo claustro tenía ya preparado para desmontar aunque finalmente se lo impidieron desde la administración. En el mismo artículo de Historias Matritenses, también encontramos como en 1932 vendió al Estado un balcón árabe del siglo XIII, que acabaría en La Alhambra, la talla de una virgen del SXII que pasaría a formar parte de las colecciones del Museo del Prado, y una pila bautismal del SXI que acabaría en el Museo Arqueológico Nacional.

Pila bautismal procedente de Mazariegos (Burgos) perteneciente a la colección del Museo Arqueológico Nacional. Mazariegos es una localidad cercana al monasterio de San Pedro de Arlanza. Posiblemente se trate de la pila que el anticuario Ignacio Martínez vendió al museo al comienzo de los años 30. (Haga clic en la imagen para verla ampliada). (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

El origen del claustro es todavía desconocido, pero si que conocemos a uno de los posibles clientes, el magnate norteamericano William Randolph Hearst, quien inspiraría a Orson Welles su película “Ciudadano Kane”. Este personaje fue uno de los instigadores, desde sus medios de comunicación, de la participación norteamericana en la Guerra de Cuba contra los españoles, aunque por otro lado era un enamorado del arte español, terminando muchas piezas de arte formando parte de la decoración de sus mansiones, incluyendo, entre otras muchas, un monasterio que trasladaría piedra a piedra a California. Se trata del monasterio de Sacramenia, que se encontraba en Segovia (pueden conocer más detalles en la noticia publicada en el diario El País haciendo clic aquí). En la gran mayoría de estas operaciones encontramos a otro individuo clave en toda esta historia, el norteamericano Arthur Byne. Era Byne un personaje oscuro, aunque figura como arquitecto, historiador y fotógrafo, su papel era más bien el de marchante o intermediario de acaudalados norteamericanos deseosos de hacerse con piezas artísticas españolas para sus lujosas mansiones, algo muy de moda en la California de principios del siglo pasado. El relativo vacío legal respecto al patrimonio, hasta la promulgación de la Ley del Tesoro Artístico de 1933, unido a la gran riqueza patrimonial del país, a lo que habría que sumar el estado ruinoso de muchos monumentos, en gran parte debido a las desamortizaciones del XIX, sin olvidar la secular pobreza sobre todo en los medios rurales, así como la falta de una sensibilidad colectiva respecto a la herencia cultural, constituía todo ello un favorable caldo de cultivo donde personas sin escrúpulos como Byne se movían a sus anchas, incluso con el beneplácito de las máximas autoridades. Tan es así que en 1927 sería condecorado junto a su esposa por el Rey Alfonso XIII por “los servicios a la cultura española”, ya ven ustedes como son las cosas en España.

El monasterio de Sacramenia (Segovia) sería comprado por el magnate norteamericano William Randolph Hearst y trasladado piedra a piedra a Estados Unidos. En la imagen vemos el monasterio en la actualidad instalado en Miami. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Byne y su esposa fueron miembros de la Hispanic Society, institución fundada por Archer Milton Huntington, un enamorado de España y su cultura. Sin embargo las actividades del matrimonio en nuestro país acabarían por desatar el enfado de Huntington que exigía una rigurosa política prohibiendo la compra directa de arte en España y le irritaba cualquier cosa que pudiera vincular a su persona o a la Hispanic Society con esta práctica, obligando al matrimonio a abandonar la sociedad.

Byne se valía de diferentes testaferros para desarrollar sus actividades, entre ellos nuestro Ignacio Martínez. Byne utilizaba a estas personas para sus fines lucrativos, y dada la naturaleza del negocio, rozando en muchos casos la ilegalidad, es normal que estos ayudantes dejaran pocos rastros de sus movimientos, actuando prácticamente de manera clandestina. Aun desconociendo el origen del claustro, si que se sabe que se encontraba en Madrid desde 1931, concretamente en un solar de la Ciudad Lineal (una zona por aquel entonces en las afueras de Madrid alejada de miradas sospechosas) propiedad de Ignacio Martínez que la había comprado a la Marquesa de Lapilla y de Monesterio, según apunta en sus artículos Ricardo Márquez. Y es en este solar donde se comienza a montar el claustro antes de la guerra, y es aquí donde entra otro de los personajes claves en esta historia, el restaurador Julián Ortiz Fernández, que sería contratado para realizar el montaje de las piezas. Y ha sido gracias a uno de los hijos de este restaurador, Juan Manuel Ortiz, que cuenta 86 años en la actualidad, por quien hemos conocido más detalles, algunos claves, de toda esta historia.

En esta fotografía publicada por El País vemos a varios miembros de la familia Ortiz posando junto al claustro cuando este estaba instalado en el solar de la calle Ángel Muñoz de Madrid. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Según el testimonio de Juan Manuel Ortiz, recogido en un artículo publicado en El País el pasado 8 de junio, el claustro comenzó a montarse ya que “Había prisa porque el anticuario quería venderlo a algún rico estadounidense, por eso contrató a 30 operarios. De hecho, tenía precio: cinco millones de pesetas que bajaron a tres y medio después en 1939”. Seguramente Ortiz se refiera sin saberlo a Hearst, el principal cliente de Byne, aunque el testaferro fuera Ignacio Martínez. Seguramente la operación no se llevaría a cabo debido a la muerte de Byne, que fallecería en un accidente de tráfico en Ciudad Real en julio de 1935 al empotrar su coche contra un camión. La Guerra Civil, acabaría dando al traste con el negocio y el claustro permanecería en el solar durante el transcurso de la misma.

El arquitecto y dibujante “Peridis”, una de las mayores autoridades en todo lo relativo al románico, visitando el claustro de Palamós. Observen el deterioro que han sufrido las bases de las columnas que han perdido el ornamento de los relieves, seguramente a consecuencia del riego del césped. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Y la Guerra Civil, el acontecimiento histórico más determinante del Siglo XX, va a condicionar el desenlace de la historia. Por un lado Ignacio Martínez se marcha a Barcelona al comenzar el conflicto. Por su parte Julián Ortiz, una persona de ideas republicanas, se exilia a Francia, donde acabará en un campo de concentración. Según el testimono de su hijo “Cuando el país es ocupado por los nazis y empiezan a desvalijar obras de arte, se enteran de que mi padre es restaurador y comienza a trabajar obligado para ellos; pero eso le hace ganar la amistad de un coronel de la Gestapo que posibilita que mi padre, tras pedirlo al régimen, vuelva a España en 1941”, cuenta el anciano. Y puntualiza: “Tenía la obligación de presentarse todos los sábados en el cuartel”. A partir de ese momento se retoman los trabajos de montaje, que concluyen en 1943. , y desde ese momento, el solar de Angel Muñoz, se convierte en lugar de ocio y esparcimiento para la familia Ortiz.

Una de las excepcionales fotografías localizadas por Inés Tremis, donde podemos contemplar el claustro instalado en el solar de la Ciudad Lineal. En la imagen observamos el excepcional estado de conservación que presentaba el conjunto antes de ser trasladado. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero a finales de los años 50, Federico Martínez, hijo de Ignacio Martínez, viaja a Madrid para informar a la familia de que por fin han encontrado comprador. Comienzan las labores de desmontaje y el claustro es trasladado en camiones a Gerona. Según el testimonio del anciano el encargado de hacerlo fue el transportista Mateo Mateo, un empresario de Cassà de la Selva, en Girona, y que los camiones parecían “hundirse por el gran peso de las piedras”. Una vez desalojado el solar, Julian Ortiz intentó hacerse con el solar, pero “las monjas del Sagrado Corazón que estaban instaladas al lado, removieron su pasado republicano y se lo impidieron”, según narra su hijo. Julian Ortiz fallecería en 1998 a los 96 años.

Y aquí volveríamos al inicio de nuestro relato, al “redescubrimiento” del claustro en Palamós, una noticia que ha producido una justificada alegría en todos los amantes del arte, pero que sin embargo, tras contemplar la fotografías localizadas por Inés Tremis, nos llenan de dudas y de pesadumbre.

Aunque el estado de conservación actual del claustro es considerado como bueno, observando estas fotografías podemos observar como el conjunto se ha ido deteriorando en estos últimos cincuenta años de manera alarmante, y no solamente eso, si no que comprobamos con cierta preocupación como parte del monumental conjunto ha desaparecido, tal vez para siempre. En la fotografía que abre nuestra crónica, observamos a una persona, que por la indumentaria podríamos pensar que estamos en los años 30, aunque si observamos la tapia vemos que la misma, que en su parte inferior es de ladrillo, ha sido recrecida en altura, y según el testimonio de Juan Manuel Ortiz, este aumento de altura se realizó en la década de los cuarenta. Tampoco conocemos la identidad de la persona que aparece retratada en la fotografía, tal vez se trate del propio Ignacio Martínez o quizá de Julián Ortiz. Sin embargo la fotografía nos ofrece otros datos de interés.


En la fotografía superior vemos uno de los vértices del claustro, con todos sus elementos perfectamente conservados y montados. En la imagen inferior se observa el mismo vértice, aunque en este caso faltan numerosos elementos y los que se conservan presentan evidentes signos de deterioro, incluidas las bases de las columnas completamente erosionadas. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

En primer lugar si observamos los capiteles comparándolos en detalle con una foto del claustro en la actualidad, vemos que los relieves están deteriorados, en la actualidad están mucho más erosionados. También comprobamos que el capitel de la derecha coincide en ambas fotografías, pero que sin embargo el de la izquierda ha cambiado, lo que nos indica que no se ha respetado el orden de montaje, y también que los arcos, que están completos en la foto antigua han desparecido también.


En estas fotografías podemos contemplar los daños sufridos por el conjunto. Los arcos han desaparecido completamente, otros elementos como las pequeñas columnas sobre los capiteles están completamente erosionadas, así mismo el capitel de la izquierda no se corresponde con el del montaje original, lo que nos hace dudar que se respetara algún orden en el montaje. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Pero si continuamos comparando, en otra de las fotos que nos ha remitido Ines Tremis, podemos observar que en origen el claustro incluia tres alas en perfecto estado de conservación, pero en este momento en Palamós solo se conservan dos de ellas, ¿qué ha pasado con la tercera?, ¿se ha montado en otro lugar o se ha perdido?. Por desgracia comprobamos que todo parece indicar que no se llegó a montar, y que los capiteles han sido colocados en el suelo junto a la piscina, los cuales han perdido casi completamente sus relieves seguramente debido a una acción combinada del riego continuo, así como de,los agentes químicos del agua de la piscina..

Otra de las excepcionales fotografías que nos ha remitido Inés Tremis en la que se observa que el claustro constaba de tres alas completas perfectamente conservadas. En la actualidad solo están montadas dos y muchos de los elementos se encuentran seriamente dañados. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Contemplando las imágenes no cabe duda de que parte del claustro ha desaparecido, el motivo lo desconocemos por ahora. Por otra parte vemos que en solo 50 años partes del conjunto han experimentado un deterioro muy notable que no se había producido en los 800 años anteriores. Las razones de este deterioro pueden ser diversas, tal vez debido a la acción continuada del agua del riego del jardín, que reacciona con la piedra disolviéndola. O tal vez la proximidad al mar y un ambiente mas salino, o quizá la acción continuada del viento al estar el claustro desprotegido y en una zona de intensa actividad eólica, sin descartar la acción del cloro de la piscina, auténtico corrosivo para la arenisca. No lo sabemos, no somos expertos, pero como podemos contemplar comparando las fotografías actuales con las imágenes de Inés Tremis el deterioro es evidente y parte del conjunto ha desaparecido. Las respuestas se nos escapan, son nuevas interrogantes a sumar a este intrigante folletín.


Dos imágenes del conjunto con la piscina en primer plano, donde podemos ver como los capiteles de una de las alas del claustro (que no se llegó a montar) han sido colocados junto a la piscina. En el detalle podemos contemplar el lamentable estado de alguno de ellos producido seguramente por la acción del riego y quizá por el cloro de la piscina, entre otros agentes. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Ya solo faltaría por desvelar el origen del claustro, el mayor misterio de toda esta saga. Hata ahora se han manejado diferentes posibilidades, como recogía hace algunos días el diario El País en su noticia Cinco pistas, un solo claustro verdadero, entre ellos Gumiel de Izán, Ibeas y Castrojeriz en Burgos, Collado hermoso en Segovia y Carrión de los Condes en Palencia. El pasado miércoles apareció una noticia en La Opinión de Zamora , donde el profesor José Miguel Merino de Cáceres, un experto en arquitectura medieval, sostiene “con rotundidad” que el origen del claustro de Palamós no es de Segovia ni de Burgos, y con la misma rotundidad afirma conocer sin lugar a dudas su origen.

Un capitel que representa a un hombre junto a un jabalí entre la maleza. Escena que recuerda a una de las leyendas asociadas al conde Fernán González, fundador del monasterio de San Pedro de Arlanza y fundador también de lo que acabaría siendo el Reino de Castilla. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

En Sol y Moscas habíamos elaborado una teoría sobre el origen del claustro, que en vista de las declaraciones del profesor Merino descartando su origen burgalés está condenada de antemano al fracaso. La teoría carece de todo fundamento, obedece más bien a un barrunto que nos vino a la cabeza al contemplar uno de los capiteles en los que aparecía un hombre y un jabalí entre una densa vegetación, lo que nos recordó la leyenda del conde Fernán González y el jabalí que reproducimos a continuación: “Hallábase el conde Fernán González cerca de la villa de Lara. Mientras se juntaban sus mesnaderos, él empezó a cazar: de un espeso matorral salió disparado un feroz jabalí, que se internó en el apretado robledal que cubría el monte. Fernán González, deseoso de cobrar tan buena presa, espoleó a su caballo sin esperar a ser seguido por los monteros; el caballo, aguijado, se internó entre los robles corriendo tras el jabalí. La persecución fue enconada, y el Conde, sin advertirlo, se alejó de sus hombres; no pensaba sino en dar alcance al animal, que delante de él corría velozmente. Por fin llegó a una ermita apartada y desconocida, y el jabalí se metió por la puerta. El Conde quiso también alcanzarla, pero la espesura del monte era tal, que su caballo no podía avanzar. Entonces echó mano a la espada y saltando por encima de los matojos, se dirigió a la ermita, en donde entró resuelto. El jabalí, después que entró en la ermita, se había refugiado detrás de un altar. El Conde, lejos de herirle, se hincó de hinojos ante el mismo altar y empezó a rezar. En aquel momento salió de la sacristía un monje de venerable aspecto y avanzada edad, con los pies descalzos y apoyado en un nudoso y retorcido cayado. Se acercó al Conde y lo saludó, diciendo: «En paz vengas, Conde, la cacería te trajo hasta aquí, pero deja las monterías, que te aguarda el rey Almanzor, el terrible enemigo de cristianos. Dura batalla te aguarda, pues el moro trae muchos guerreros; mas en ella alcanzarás gran renombre. Y aun te digo que antes que empiece la lid tendrás una señal que te hará temblar la barba y aterrorizará a todos tus caballeros. Ahora vete, vete a luchar, que has de alcanzar la victoria. Después tomarás por esposa a una dama llamada Sancha, y grandes tribulaciones has de sufrir; por dos veces te atarán con grillos en profunda prisión. Mas tu gloria será grande, y si se cumple la que te anuncio y alcanzas poderío, acuérdate de esta humilde ermita perdida en el monte». El Conde agradeció al monje sus palabras y salió de la ermita. Montó a caballo y galopó a través de la robleda hasta encontrar a los suyos, impacientes ya por la tardanza de su señor.”. Las profecías se cumplirían y como reconocimiento y seña de gratitud, el conde tras derrotar a Almanzor “separó una parte del botín y fue a la ermita para entregársela al monje que le profetizara la victoria. Y le encargó que alzara una iglesia que luego llegó a ser el famoso Monasterio de San Pedro de Arlanza.”(5).


En el claustro, ubicado en un lugar destacado, se encuentra un castillo de tres torres que casualmente coincide con el escudo de armas del apellido González, lo que podría relacionar también este claustro con Fernán González y el monasterio de San Pedro de Arlanza fundado por él. (Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Otra de las pistas que nos hicieron pensar que el monasterio de San Pedro de Arlanza era el origen del misterioso claustro, fue el testimonio de una vecina de Hortigüela donde se alzan los restos del monasterio: «no duda que el claustro estaba en su pueblo, Hortigüela, también en Burgos, y que pertenecía al monasterio de San Pedro de Arlanza, “derruido a principios del siglo XX para hacer un pantano que luego no se construyó”». Para afirmar más esta teoría tenemos la pista de la venta de Ignacio Martínez de una pila bautismal de piedra al Museo Arqueológico cuyo origen era ni más ni menos que el Monasterio de San Pedro de Arlanza. Por último, otra pista podía ser el misterioso castillo labrado que ocupa un lugar preferente en el conjunto del claustro, un castillo de tres torres que a la vez es también el escudo de armas del apellido González. Todos estos datos nos hicieron pensar en la relación del claustro con Fernán González, y tal vez en otros capiteles pudiéramos encontrar más pistas como en el que se ve un jinete montado en lo que parece un camello mientras le abre con la mano la boca. Pero por desgracia toda esta teoría parece que se hunde, por un lado por la rotunda afirmación del profesor Merino, pero por otro, y este si que es un argumento contundente, el claustro de San Pedro de Arlanza continua en su lugar, aunque no parece románico. De haber sido acertada esta teoría, no dejaría de ser paradójico que el claustro del monasterio fundado por el también fundador de Castilla hubiera acabado en Cataluña.

Otra vista del conjunto en la actualidad. Se aprecia el cambio de coloración entre los capiteles del suelo y los que se encuentran en alto, que denota su deterioro, causado probablemente por el efecto del agua del riego.(Haga clic en la imagen para verla ampliada).

Hasta aquí esta crónica que espero haya servido para llamar la atención sobre el patrimonio y el interés de su conservación. Pero siobre todo para alertar del deterioro que presenta el claustro de Palamós en la actualidad comparándolo con las impagables fotografías que ha localizado nuestra inigualable colaboradora Inés Tremis. Esperemos que se tomen las medidas oportunas por parte del estamento que corresponda para atajar este evidente deterioro, así como para intentar localizar las partes del claustro que se contemplan en las fotos de Inés Tremis, pero que no aparecen en su reconstrucción en esta exclusiva finca de Palamós.En una próxima crónica continuaremos hablando de patrimonio, bombardeos, Guerra Civil y alguna cosa más. No se la pierdan.

Florentino Areneros.

ULTIMA HORA (24/06/2012):

Hemos localizado dos nuevas fotografías procedentes del Archivo Nacional de Cataluña en las que podemos contemplar nuevamente el claustro mientras estuvo montado en la Ciudad Lineal. Desafortunadamente la resolución que ofrece este fondo digitalizado es muy pequeña, por lo que no podemos apreciar el detalle de las mismas.

La primera de ellas es la fotografía de otras tres fotografías. En la fotografía central vemos a un rebaño de ovejas pastando en el claustro, una imagen impensable en estos momentos en Madrid, pero que nos da una idea de la utilidad de estos animales como “segadoras” ecológicas. En las otras dos podemos contemplar detalles del claustro y de sus capiteles, pero si nos fijamos en la imagen de la izquierda, aunque la resolución no es muy buena, si que se distingue que la tapia no está recrecida.


La segunda de las fotografías del Archivo Nacional de Cataluña es de una página de una publicación entre 1950 y 1958, que recoge un artículo firmado por Germán López Arias con fotografías de Cortina, donde nuevamente contemplamos el claustro en Ciudad Lineal, que en esta ocasión sirve de decorado para la presencia de una bella señorita. El artículo tiene por título un sugerente: “ROMA HA BROTADO EN LA CIUDAD LINEAL”. Desafortunadamente debido a la poca resolución de la imagen no podemos acceder al texto, que tal vez aporte algún dato de interés sobre el conjunto monumental, es posible que se trate de el periódico El Alcázar, aunque no podemos asegurarlo. Confiemos en que a partir de esta pistas alguien pueda encontrar alguna pista más, que tal y como está evolucionando esta investigación coral es bastante probable que así ocurra.


En la página Románico Digital (www.romanicodigital.com) se publicaron el pasado jueves las fotografías del claustro de Palamós cuando este se encontraba montado en la Ciudad Lineal. Además se acompañan de otra fotografías de un buen número de los capiteles del conjunto, con lo que será posible comprobar tanto el estado de conservación de los que actualmente podemos contemplar en el claustro, como de los que hayan desaparecido. HAGAN CLIC AQUÍ PARA IR A LA NOTICIA .

Pero además la página de Románico Digital (una página estupenda esa es la verdad), incluye una impresionante galería fotográfica con decenas de fotografías con todo detalle realizadas por Jaime Nuño, director de la Enciclopedia del Románico de la Fundación Santa María la Real ( HAGA CLIC AQUÍ PARA IR A LA GALERÍA). Comparando las fotografías actuales con algunas de las de la Fototeca del Ministerio de Cultura, podemos comprobar el enorme grado de deterioro que han sufrido algunas de las piezas, un daño en muchos casos irreparable. Habría que proteger inmediatamente algunos de estos elementos para evitar que se sigan deteriorando. Pero como una imagen vale más que mil palabras aquí les dejo algunos ejemplos:









Por otro lado, en el excepcional blog Maestro de Covarrubias se apunta también a la teoría de que se trata del Monasterio de San Pedro de Arlanza, pero con la novedad de que el claustro que se conserva no es original, este fue desmontado para colocar el actual en el Siglo XVII, siendo conservado el antiguo que sería el que ahora podemos contemplar en Palamós. Haga clic aquí para ir al bolg del Maestro de Covarrubias .

NOTAS:

(*)
Las fotos pertenecen a la Fototeca del Ministerio de Cultura

(1)
http://www.diaridegirona.cat/comarques/2012/06/10/fortuna-dels-angels-custodis-palamos/566677.html
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2012/06/10/mayores-fortunas-mundoun-estudioso-leones-raices-asturianas-catedratico-gerona/1254621.html

(2)
Nuria Puig: “La nacionalización de la industria farmaceutica en España: el caso de las empresas alemanas (1914-1975).
http://www.funep.es/phe/hdt2001_2.pdf

(3)
http://frattini.blogspot.com.es/2009/09/frattini-habla-sobre-los-nazis.html
http://www.ericfrattini.com/eric-frattini-biografia.html

(4)
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007021

(5)
http://jk-cuentos-populares.blogspot.com.es/2012/05/el-conde-fernan-gonzalez-leyenda.html


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