viernes, 8 de febrero de 2013

BARCENAS Y EL ESTRAPERLO

El “Caso Bárcenas” ha colocado contra las cuerdas al gobierno del PP. Hace casi 80 años otro escándalo en el que también se manejaron pagos a políticos acabaría con el periodo de gobiernos de derechas conocido como el “Bienio Negro”, sería conocido como el “Caso del Estraperlo”. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).


BÁRCENAS Y EL ESTRAPERLO
El otro caso de los sobres en la II República.

El denominado Caso Barcenas no es el primero ni será el último de los escándalos relacionados con la clase política española. Entre este caso y otro que tuvo lugar en 1935, hace ahora casi 80 años, podemos encontrar algunas curiosas, y tal vez inquietantes, similitudes. En aquel año España estaba dirigida por un gobierno de derechas presidido por Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, que tenía como principal apoyo a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles. Este gobierno, cogido casi con alfileres, tendría que abordar un buen número de problemas durante su mandato. A finales de 1935 se haría público un caso de corrupción que afectaba a varios políticos y que haría tambalearse al gabinete. A consecuencia del escándalo, Lerroux se vería obligado a abandonar el cargo y la coalición en la que se asentaba el gobierno comenzó a hacer aguas. Ante este panorama el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, optaría por disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones que se celebrarían en febrero de 1936. Aquel escándalo político sería conocido como el Caso del Estraperlo.

En los primeros años 30 la situación económica y social de España presentaba ciertas similitudes con la situación actual. La crisis de 1929 había golpeado a las economías de los países de medio mundo, entre ellos España. A esta crisis global había que sumar el secular atraso del país, con una economía basada principalmente en una agricultura escasamente productiva, lo que hacía mucho más crítica la situación. El panorama no era mucho mejor en lo social, la pobreza castigaba a muchas familias, principalmente en el medio rural y en los barrios de las periferias de las grandes ciudades. La llegada de la República en 1931 había despertado grandes expectativas en amplias capas de la sociedad. Las anunciadas reformas y mejoras no acababan de llegar, o si lo hacían no acababan de colmar las aspiraciones de todos. La llegada al poder de una coalición de centro-derecha en diciembre de 1933, supondría un duro revés para las expectativas de muchos colectivos, como por ejemplo los campesinos, que veían como la Reforma Agraria aprobada en 1932, era reemplazada por otra norma que desandaba gran parte del camino recorrido. En otros ámbitos el descontento no era menor, y las huelgas y manifestaciones se sucedían de manera continua. Para amplios sectores, encabezados por los sindicatos, partidos obreros, republicanos de izquierda y nacionalistas, el gobierno de Lerroux apoyado por la CEDA, representaba un serio revés a sus aspiraciones e incluso una amenaza a la propia existencia de la República. En 1935 Joaquín Chapaprieta ocupaba la cartera de Hacienda, el equivalente a los actuales Montoro y de Guindos, un tecnócrata que centra sus prioridades en la contención del gasto para reducir el déficit y en la contención de la inflación, así como en aplicar otras medidas como la reducción de ministerios, la bajada de las pensiones y reducir el número de funcionarios, medidas que seguramente les suenen, sin embargo todas estas medidas no conseguirían resolver uno de los mayores problemas para gran parte de la población: el elevado paro. Este descontento acabaría culminando con los acontecimientos de octubre de 1934.

Tropas africanas desfilan por Gijón tras ser sofocada la revuelta de Asturias de octubre de 1934. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).

Pero centrémonos en el escándalo que acabaría dando la puntilla al gobierno de Lerroux. La historia comienza en Holanda en los primeros años treinta donde un nuevo tipo de ruleta causa furor en diversos casinos. Sus promotores son Daniel Strauss y su socio apellidado Perlowitz (según otras fuentes el nombre del socio era Jules Perel). Daniel Strauss es un personaje de biografía confusa, en algunos lugares aparece como un judío alemán que abandonaría Alemania para establecerse en Holanda ante el imparable auge que estaba alcanzando el nazismo. Otras fuentes afirman que se trataba de un jugador de ventaja de nacionalidad holandesa. También parece confirmado que Strauss pasó una temporada en México, sería allí donde aprendería el castellano antes de tener que abandonar el país al verse involucrado en un turbio asunto relacionado con un robo de joyas.

La nueva ruleta creada por Strauss y sus socios que recibiría el nombre de Straperlo. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).

Strauss y Perlowitz comercializaban un nuevo tipo de juego de mesa en los casinos. Se trataba de una variación de la tradicional ruleta, que combinaba el azar con distintos cálculos matemáticos, lo que le permitía presentarlo como un juego de diversión donde se utilizaba la destreza mental, lo que permitía bordear la prohibición que sobre los juegos de azar permanecía en vigor desde la dictadura de Primo de Rivera. Para que se hagan una idea de su funcionamiento, rescatamos parte de una noticia de la época: “Figúrense una ruleta con el disco fijo. En torno al plato, un canal metálico, por donde sale disparada la bola desde un pequeño cañón, con muelle, disparado eléctricamente. El canal imprime a la bola un movimiento de rotación; esta pasa al plato y sigue su carrera. Cuatro puentes interceptan su paso y detienen paulatinamente su impulso. Según el número de puentes salvados antes de caer la bola en el punto, hay que hacer el cálculo de la jugada siguiente”. La ruleta recibiría el nombre de Straperlo, un nombre que nace mezclar los apellidos de los dos socios, Strauss y Perlovitz, aunque otras fuentes incluyen el apellido de la esposa de Strauss, Frieda Lowmann.

El hotel Terramar de Sitges se convertiría en el centro neurálgico de las actividades de Strauss en Cataluña. (Haga clic sobre la imagen para verla ampliada).